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carlosmartinez

quemar después de leer

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Supongo que esperaréis algún comentario sobre Rajoy y su célebre coñazo; por una vez no me pasaré excesivamente con él: a mi también me parecen un coñazo todos los desfiles, especialmente los militares. Eso sí, espero que sea consecuente y no nos dé el coñazo él con asuntos como el del célebre discursito del año pasado en el que ensalzaba la fiesta nacional y en el que parecía querer emular al Rey. Y también espero que no encontréis este humilde blog un coñazo: uno hace lo que puede y trata de entretener al personal lo mejor posible.

   Siento tener que repetirme, pero por segunda semana consecutiva tengo completa repugnancia por la empresa Fortis y su "humilde cenita" en un lujoso hotel de Montecarlo. Como no tengo muchas ganas de gastarme las neuronas y las teclas del ordenador en esta panda de sinvergüenzas, lo que dije la semana pasada sobre AIG lo repito sobre Fortis.

   Pasando a comentar los filmes vistos esta semana, curiosamente los tres tienen algo en común, a pesar de que su calidad es muy distinta: el disparate.

   La mejor sin duda es "Quemar después de leer", último filme de los hermanos Coen y sin duda su comedia más disparatada y extravagante en el mejor sentido de las dos palabras. Una muy divertida mezcla de comedia surrealista y parodia del cine de espías, en la que lo de menos es el argumento, si es que lo tiene (por lo menos yo acabé perdiéndome). Pero por una vez, discrepo de lo que ha dicho George Clooney de que era una trilogía de la estupidez: todas las comedias de los hermanos Coen son auténticos tratados sobre la estupidez y la idiotez, porque no hay un solo personaje en ellas que sea medianamente inteligente, aunque se las den de ello. El filme es muy divertido y recomendable para los amantes del cine de los célebres hermanos. Destacar la interpretación de todos sus actores (aunque los tres protagonistas masculinos exageren a veces demasiado el gesto) y el muy divertido (y guarro, no daré más detalles) gag de la silla inventada por el personaje de George Clooney. Y un último asunto: es célebre la querencia de los Coen por los peinados delirantes de sus personajes, pero ¿no os ha recordado en rubio y en femenino el peinado de Frances Mcdormand al de Javier Bardem en "No es país para viejos"?

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