madagascar 2

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Como siempre que se produce un atentado mortal de ETA, he de expresar mi más completa condena, repugnancia y repulsa hacia tal hecho. Sólo desear que en algun momento esta panda de asesinos entre en razón, aunque eso me parecerá un milagro.

   Pasando a otros temas más intrascendentes, me ha llamado la atención la noticia aparecida hace algunos días en la prensa que hablaba sobre unos científicos británicos que querían hacer una especie de Gran Hermano (no para televisión, aunque si se lo proponen a Tele 5 son capaces de comprar la idea), que consistiría en encerrar a grupos de seis personas en una habitación de un hotel durante una semana, inocularle a uno el virus de la gripe y comprobar qué pasaba. Ya que estos señores seguramente serán el año próximo candidatos a los premios antinóbel, y que parecen que están buscando voluntarios (la paga no está mal: 3500 euros por una semana), les propongo algunos que les vendrían de perlas: aquel sujeto que participó en la primera edición española de GH que tenía por costumbre rascarse la nariz y sacarse los mocos (ideal para el contagio), y Belén Esteban o Federico Jiménez Losantos: la velocidad y fuerza de sus insultos y exabruptos ayudaría mucho a propagar la enfermedad entre el grupo.

   Pasando a comentar los filmes vistos esta semana (sólo dos por exceso de teatro: la semana próxima prometo comentar más aprovechando el largo fin de semana), empezaremos por "Madagascar 2", cuya primera entrega tuvo un sorprendente e inexplicable éxito (para mí es la más floja de Dreamworks). Y la segunda parte es todavía peor. Sigo sin verles la gracia a los cuatro protagonistas: la historia principal es una mala parodia de "El rey león" (filmes ambos producidos por Jeffrey Katzemberg); si Chris Rock ya es de por sí uno de los cómicos actuales más cargantes, multiplicado por varios cientos resulta estomacante; y, sinceramente, me importa un bledo la historia de amor entre la jirafa y la hipopótama. Y los actores secundarios están mal aprovechados: los pingüinos salen demasiado poco (y, como dijo Alex Gorina ayer en "La Guía del Ocio", ya han salido demasiados pingüinos últimamente en el cine de animación, están perdiendo la gracia), el lemur sale demasiado y la abuela karateca puede tener gracia si la aprovechas un momentito en el filme, pero acaba cargando si abusas de ella. Y me temo que, dado el éxito de la secuela, amenazen con hacer más. Sólo se salva la excelente animación (que es lo mínimo que se le puede pedir a una película de gran presupuesto).