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carlosmartinez

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   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Dos hechos relacionados con el cine español que he comprobado en los últimos días me hacen reflexionar sobre éste y su futuro.

   El primero es la desconcertante declaración de Marisa Paredes de que el cine español está en la picota por su apoyo contra la guerra de Irak. No, señora Paredes: el cine español va derechito al abismo porque no hay quien lo aguante, porque cada vez parece más el episodio piloto de una serie televisiva (y evidentemente "Los Serrano" no son "Los Soprano", ni "Hospital central" es "Urgencias"), porque cada vez parece más un spot publicitario de cervezas o de lo que se tercie (y encima algunos profesionales como Imanol Arias lo defienden en el caso de las series televisivas) y porque los pocos directores buenos que nos quedan como Almodóvar o Trueba no atraviesan su mejor momento (nos queda Amenábar, aunque a la espera de ver su último filme). Si a eso añadimos los delirios de grandeza de algunos productores en caso de filmes como "Manolete" (cómo será para que no se atrevan a estrenarla) o "Mi vida en ruinas", el desastre no necesita más explicaciones.

  Bueno sí; no sé si habréis visto el tráiler de un filme de animación llamado "Planet 51". Viéndolo, ¿alguien diría que es la película española de animación más cara de la historia? (han disimulado su origen con títulos en inglés y la marca de un conocido estudio americano) ¿Tanto miedo tienen a que se entere la gente de que es española? Ahí dejo la pregunta en el aire.

   Esta semana empiezo mis comentarios con una curiosidad. Ayer se pudo ver en diversas salas del mundo un avance de 15 minutos del último filme de James Cameron, "Avatar". Y como supondréis, allí me presenté yo para poder comentar lo que he visto.  Es difícil comentar 15 minutos de un filme que se antoja largo, como suele ser normal en Cameron. Pero lo que se vé es espectacular, nada que ver con lo que estamos acostumbrados en 3-D y en efectos especiales. Ese planeta Pandora es muy imaginativo y los personajes parecen completamente reales. De lo que se intuye del argumento ya me ofrece más dudas, me parece un tanto manido y teniendo en cuenta el aspecto de sus protagonistas, con riesgo de resultar excesivamente infantil. Lo que resulta divertido es el principio, con una Sigourney Weaver metida de nuevo en una tropa de marines (habréis adivinado la broma, un anterior filme de Cameron, no diré cual, espero que lo sepáis). Y quien dijo que Sam Worthington sería una estrella después de este filme, está claro que no sabía de qué iba el filme: no aparece demasiado tiempo con su aspecto habitual (y hasta aquí puedo leer). Volveré a hablar del filme cuando se estrene en Navidades.

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