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carlosmartinez

editorial/drive

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Estos son mis últimos artículos del año, y por ello os deseo lo mejor para el que entra, tanto a los lectores que me dejáis comentarios como los que no.

   Hablando de los que han dejado comentarios últimamente (me faltan mis queridos Ramón y Josep María, también os mando todos los recuerdos de que soy capaz), especiales saludos para el Sacerdote (muy buena tu inocentada en tu blog, www.s-quovadis.blogspot.com ), para David Campani (aunque no coincida siempre contigo en tus opiniones, siempre me parecen más que respetables) y para un convaleciente Juan, al que le deseo una pronta recuperación en su fractura de fémur. Al resto de lectores, a ver si os animáis a dejar comentarios, aunque sean para ponerme a parir (cosa que ya ha hecho en otros lados, cosa como perturbado o ególatra, en fin, no os paséis tanto tampoco)

   Como me imagino que van a abundar próximamente los artículos y comentarios sobre supuestas profecías apocalípticas, os doy una advertencia: no quiero volver a hablar del tema, salvo lo que voy a decir. Es de chiste que alguien se tome en serio lo que escribió un pueblo hace siglos (el maya, que casualmente no ponía su propia desaparición, no eran muy buenos profetas, ¿no?) en una tablilla de piedra que lo único que dice que faltaba x tiempo para el final de un ciclo, no que se acabase el mundo, y es de chiste que alguien se tome en serio los poemas ininteligibles de un señor francés del Renacimiento al que han "reinterpretado" a su antojo espabilados y desaprensivos posteriores  (las "interpretaciones" son tan libres ante lo que no se entiende, que alguno se ha inventado hasta profecías, como se demostró el 11S).

   Para quienes sí ha llegado el final es para los dos fallecidos esta semana, aunque uno suena a martingala y negocio. Descanse en paz uno y que le dejen en paz el otro.

   Algún despistado (TV3, para ser exactos) ha confundido al actor mexicano Pedro Armendáriz JR con  su padre de idéntico nombre, fallecido en 1963. Sin llegar a la fama de su legendario padre, sí fue un estupendo actor de multitud de filmes y telenovelas en su páis, así como un gran secundario en filmes norteamericanos.

   Lo de la mona Chita es para no tomárselo en serio. Se sabe desde hace tiempo que el chimpancé fallecido estos días no es el que apareció en los filmes de Tarzán, entre otras cosas porque se le calculaba una edad de como mucho 50 años y porque se sabe que en los filmes no se utilizaba un solo simio, sino más de una docena. Que haya aparecido la noticia estos días de su fallecimiento suena a intento de aprovechar el tirón popular del personaje y sacar negocio de su muerte.

   Antes de pasar al clásico resumen del año, comentaré los filmes vistos estos días. Y empezaré por el que es para mí uno de los dos filmes más sobrevalorados del año (el otro es sin duda la mayor decepción, El árbol de la vida), creo que el primer filme estrenado en España del director danés Nicolas Winding Refn (la semana que viene hablaré brevemente de uno anterior, Bronson, que veré en televisión). No entiendo el fervor de la crítica (no del público, al menos en la taquilla americana y en la primera semana de la de aquí se la ha pegado) ante un filme que copia sin ningún rubor todos los esquemas y situaciones del cine negro en su vertiente de delincuente en busca de redención (bien atracador, bien asesino a sueldo), y especialmente el estilo del polar francés y de su máximo representante, el maestro Jean Pierre Melville, más algunos ecos del Taxi driver de Scorsese y de los filmes policíacos de  Michael Mann. El filme es completamente previsible (lo peor que le puede pasar a un filme), de una lentitud exasperante en su primera parte (y lo dice un admirador de Dreyer, Leone o Rohmer, considerados directores lentos) y excesivamente violento en su segunda (casi gore en alguna de situaciones), y a mí la interpretación de Ryan Gosling me parece el colmo de la inexpresividad. Salvo la escena del ascensor (violentísima, pero muy bien hecha) y la interpretación de Albert Brooks (compone un inquietante villano, aunque salga poco), lo demás me parece una completa medianía que increiblemente encabeza las listas de lo mejor del año de algunos medios.

1 comentario

david campani raso -

a mi drive la verdad me gustó, tiene un planteamiento sencillo, la película es lenta lo que te permite recrearte en las secuencias y eso es un lujo en el cine norteamericano de hoy, y una encuesta netre críticos del periódico la situa como la mejor película del año.por otra parte ryan gosling se confirma como uno de los mejores actores del siglo xxI.una obra maestra