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carlosmartinez

los hombres que no amaban a las mujeres

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Como habréis visto ahora los que no habéis entrado en mi blog los últimos días, ya éscribí mi opinión sobre las nominaciones a los Goya el día que se anunciaron, así que como no hay ninguna noticia que me apetezca comentar (bueno, hay una, pero al tener que ver con uno de los filmes estrenados esta semana, la comento cuando haga la crítica de ese filme), paso a hacer las críticas de los filmes vistos estos días.

   Seguramente os habrá llamado la atención lo que dije de que no consideraba Los hombres que no amaban a las mujeres de David Fincher un remake, cosa que ha hecho casi todo el mundo. Me explicaré. Para mí un remake es una nueva adaptación más o menos al pie de la letra (sigo diciendo que no hay dos filmes iguales, si cambias de director o de actores ya tienes un filme distinto) de un filme que ya se ha hecho antes en cine. Por lo tanto no se pueden considerar como remakes trabajos que vienen de musicales que provienen del teatro (My fair lady, Los miserables cuando se estrene) o que provienen de series o de trabajos televisivos (Misión imposible, El fugitivo, Doce hombres sin piedad, etc), al tratarse de medios distintos no se les puede juzgar por el mismo rasero, cosa que desgraciadamente han hecho algunos críticos al decir por ejemplo que el My fair lady de George Cukor es un remake del Pigmalión de Anthony Asquith.

   Pues bien, yo no he visto en cine un filme llamado los hombres que no amaban a las mujeres, yo lo que ví en su momento fue un torpe remontaje para salas de cine de una miniserie sueca que adaptaba (con muy poca fortuna, especialmente en las siguientes novelas) las célebres novelas policíacas del sueco Stieg Larson, hecho por unos avispados productores que olieron el dinero que podían sacar si estrenaban la teleserie como si fuese una película. Por lo tanto, si una cosa es una teleserie y otra un filme, no puedo hablar en ningún momento de remake, nadie lo ha hecho en los casos de la reciente El topo y de la versión que se hizo hace pocos años de Retorno a Brideshead, y es el mismo caso del filme de Fincher.

   Pasando a valorar el filme de David Fincher, me parece que el director americano ha hecho un trabajo muy bueno, infinitamente mejor que la torpe versión televisiva. Ha llevado a su terreno un argumento claramente pulp (la crítica social hacia Suecia es tan exagerada que poco tiene de realista) y delirante (¿se puede tomar alguien en serio un argumento donde se mezclan nazis, asesinos en serie, abogados, políticos y psiquiatras corruptos y hackers punkis vengativas?), y hace un muy entretenido filme de género, con un excelente guión (aunque algo confuso, no acaba de aclarar algunas partes de la trama, tampoco creo que le haga falta, si explicas todo el misterio de un filme de intriga te cargas precisamente ese misterio) de Steven Zaillian y un impecable tratamiento de la luz y el espacio (las casas y los espacios al aire de la isla resultan todo lo inquietantes que deberían ser, cosa que no pasaba en la teleserie). Y tiene un excelente reparto empezando por un Daniel Craig y una Rooney Mara (el gran descubrimiento del filme, aunque ya estaba muy bien en su breve papel en La red social) muy convicentes en sus respectivos papeles y con una fuerte química entre ambos (cosa de la que adolecían los actores suecos, y a mí no me gustó nada Noomi Rapace, me pareció monocorde y demasiado inexpresiva), y siguiendo por todos los secundarios, el reparto es inmejorable: Christopher Plummer, Stellan Skargaard, Steven Berkoff, Robin Wright, Joely Richardson y el para mí desconocido Yorick van Wageningen, se nota especialmente en la personalidad del asesino, en la teleserie cantaba desde que se nos presentaba (vamos, tenía una cara de malo que no se podía aguantar) y aquí disimula mucho mejor hasta que se descubre. Destacar también la estupenda y muy minimalista música de los mismos responsables de La red social (con una irónica, macabra y tétrica inclusión en un momento clave de un conocido tema de Enya) y los formidables y muy bondianos títulos de crédito iniciales. Los hombres que no amaban a las mujeres, siendo un encargo, acaba resultando un más que respetable filme de género de uno de los más originales directores actuales. 

   Olvidaba una pequeña cosa: Fincher ha comentado que había añadido un pequeño cambio final respecto a la novela. Parece ser que es cierto (yo no la he leído, pero por lo que me han dicho y lo que he oido, la escena final no estaba en ella), pero curiosamente es el mismo final que tenía la versión íntegra de la teleserie sueca, está claro que la debieron ver los responsables americanos.

 

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