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carlosmartinez

editorial/j. edgard

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Raramente hablo de temas personales en este blog, pero esta semana tengo que hacer una excepción en homenaje a un compañero fallecido en accidente doméstico estos días. Algunos de vosotros sabéis que estoy en un club social y que dentro de él hago guiones para cortometrajes en el taller que hacemos. Uno de esos guiones era segunda parte del guión que escribió un  compañero, Albert Soriano, que desgraciadamente ha fallecido hace unos días en su casa. Descanse en paz, hoy quiero dedicarle estos comentarios, si me permitís.

   También víctima de un accidente (en este caso atropellamiento) ha fallecido el que era en estos momentos el director más representativo de Grecia, Theo Angelopoulos, accidente cuyas surrealistas circunstancias (atropellado mientras buscaba exteriores por un policía fuera de servicio y con una ambulancia que llegó demasiado tarde por una avería) dan desgraciadamente buena cuenta de la situación actual del país heleno. No era un director fácil de entender a veces y no apto para amantes del cine comercial, pero filmes como El paso de la cigüeña o La mirada de Ulises son ya clásicos del cine europeo de las últimas décadas. Descanse también en paz.

   Pasando a otros temas más alegres, querido Josep María, te agradezco tus comentarios sobre los Globos de Oro como siempre, pero juraría (tendría que mirar los archivos de este blog, pero tras casi siete años cuesta encontrarlos) que tu broma ya me la hiciste hace tiempo. No me importa, pero me gusta un poco más de variedad. Un saludo.

   Esta semana se han anunciado las nominaciones a los Oscars, y en ellas ha destacado la ausencia total del último filme de Clint Eastwood, J. Edgard, especialmente en la categoría de actor principal, no tanto en la otra en que sonaba, maquillaje. Es extraño que a Eastwood se le haya achacado en algunos sectores el hacer un típico biopic sobre el padre del FBI, cuando de típico tiene poco, dada su estructura no lineal y su sentido de la ironía sobre la figura del siniestro J. Edgard Hoover. Su estructura casi parodia (le da la vuelta como un calcetín) un olvidado filme sobre el FBI de Melvin Leroy de 1959 titulado FBI contra el imperio del crimen. Si allí se ensalzaba la figura de un agente durante varias décadas del organismo, contando sus momentos más destacables, aquí se pone en la picota con las mismas armas la figura de su creador. Y en su estructura curiosamente recuerda a la recientemente estrenada La dama de hierro, solo que allí se ensalzaba a Margaret Thatcher y aquí se hace lo contrario con Hoover, mostrándolo como un paranoico (¿soy el único al que la relación con su madre le ha recordado a Psicosis?) obsesionado con espiar a los presidentes y a otros políticos (la escena de la muerte de Kennedy me parece lo mejor del filme, está oyendo las grabaciones de los encuentros del presidente con Marilyn Monroe cuando le dan la noticia, y encima se va al hipódromo en pleno duelo) y un hipócrita homófobo cuando el probablemente  era gay (no está demostrado, aunque el filme lo muestre abiertamente). A mí el filme me gusta mucho, nos devuelve al mejor Eastwood tras dos leves patinazos, y tiene una excelente interpretación de Leonardo diCaprio y del poco conocido Armie Hammer (lo único que recuerdo de este actor es la interpretación de los dos gemelos de La red social)  como su pareja. El único pero que le puedo poner al filme es su desafortunado maquillaje, no es solo que diCaprio no se parezca nada al Hoover original, es que parece el clon de Philip Seymour Hoffman, y el actor que hace de Nixon tiene un maquillaje de juzgado de guardia.

1 comentario

david campani raso -

bueno a mi también me gustó mucho j edgar y me parece injusto que haya quedado fuera de la carrera de los oscars, y además pienso que sólo han elegido nueve películas y esta hubiera podido ser la décima.además me parece una de las mejores interpretaciones de leonardo di carprio y el guión del guionista de la oscarizada milk es muy bueno no ocultando la verdadera inclinación sexual del protagonista