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carlosmartinez

Lo imposible

  

Había muchas esperanzas en el trabajo de mi "vecino" J. A. Bayona (no nos conocemos, pero ambos hemos crecido en el mismo barrio de Barcelona, la Trinitat Vella, al que homenajea con el nombre que le ha puesto a su productora, La Trini) de cada a levantar el alícaido estado de ánimo español este año, y las ha cumplido, de momento artísticamente y probablemente económicamente teniendo en cuenta las colas que he visto en los cines en que he estado este fin de semana, aunque todavía no se conocen los datos.

El filme es una pequeña joya, coge lo mejor del cine de Spielberg (algunos dirán que también lo peor, la sensiblería, pero teniendo en cuenta el género al que pertenece, el melodrama, lo veo un detalle menor, el buen melodrama siempre tiende al exceso en el tema de los sentimientos), el sentido del espectáculo y la dirección de actores, y logra algo que parecía para algunos impensable en el cine español, un filme comercial de impecable factura, con unos efectos especiales impresionantes, un trabajo de dirección artística y maquillaje perfecto, un sentido del ritmo y de la narración perfectos y un gran trabajo de los actores. Cuesta mucho trabajo quitarse de la cabeza una vez visto el filme esa primera parte del tsunami, pocos directores han mostrado con tal crudeza y tal realismo la destrucción y el poder de la naturaleza, y cuesta olvidarse de ese sonido del agua corriendo desbocada (dicen que parecida al sonido de un avión a reacción, el comienzo y la escena final están perfectamente pensados en el avión), son un prodigio que poco tiene que ver con los infumables blockbusters que a veces nos llegan de USA. En comparación con la primera parte, la melodramática búsqueda de la familia puede parecer más floja pero no creo que lo sea, Bayona emplea muy bien los mecanismos del melodrama y hace que el filme lo veamos con mucho interés a pesar de que ya conocemos el desenlace, le ayuda mucho el bellísimo tema musical que ha compuesto Fernando Velázquez y que le sienta como un guante en la búsqueda de emoción. Por último, destacar el excelente trabajo del trío protagonista, especialmente el niño Tom Holland, aunque me sobra la presencia breve de la gran Geraldine Chaplin, no aporta nada la escena en un momento en el que el filme va hacia la recta final y supone un pequeño parón. Me parece una gran película y la confirmación de que Bayona es ya más que una promesa, un director con un enorme talento.

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