Oscar 2013

Se repitió la jugada de 1972. Si en aquel año Cabaret se llevaba 8 Oscars, director incluido, pero la gran triunfadora era El padrino, este año la más premiada ha sido Gravity, pero el gato al agua se lo ha llevado 12 años de esclavitud. Creo que son dos justas ganadoras y dos excelentes películas, y afortunadamente El gran bluff americano, perdón, La gran estafa americana, se ha ido de vacío. A falta de ver la tercera gran ganadora (increible que The Dallas buyers club se estrene dos semanas después de la ceremonia, en la época de Internet es toda una llamada al pirateo), solo le sigo poniendo peros a la interpretación de Blanchett y The act of killing se tenía que haber llevado el premio al documental, el resto del palmarés me parece justo.

La ceremonia, correcta sin más. Se echan de menos los espectaculares números musicales de antaño (a excepción del de Gru las actuaciones musicales fueron más bien pobres) y Ellen DeGeneres estuvo brillante con las fotos y el numerito de las pizzas, pero le faltó un tanto de mordiente y un mejor guión. Para mí el mejor gag sucedió en la alfombra roja, con un presentador entrando por la tele de plasma en la casa de dos twiteros y poniéndolos a caldo por la notoria falta de glamour de ambos.

Por último, constatar las salvajadas que comete la cirugía plástica. Lo de Goldie Hawn ya es de juzgado de guardia, pero lo de la boca de Joker de Kim Novak y el lamentable aspecto de Liza Minelli (por un momento llegué a pensar que realmente era un@ de sus imitador@ como decía la presentadora, para quien no haya visto la ceremonia arriba tenéis las fotos) es un crimen en toda regla. De Novak volveré a hablar esta semana, desde luego la actriz que vimos ayer es un espectro macabro de lo que fue.