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carlosmartinez

Phenomena: Maratón Indiana Jones

 

Este sábado Phenomena dedica su sesión a una maratón de las tres primeras películas del arqueólogo Henry Jones, Jr, más conocido por Indiana (cosas de su perro):

 

Perdón, me ha salido un primo cercano suyo de los 50, que estaba por Perú. Este sí que es:

 

Así que una vez hechas las presentaciones, empecemos con las películas:

En busca del arca perdida:

Ya hice un artículo bastante largo sobre el filme en septiembre pasado, así que no me extenderé mucho. Solo recordar que partiendo del clásico cine de aventuras y de los seriales de los años 30, Lucas y Spielberg revolucionaron la taquilla con un gran filme que se convirtió en un clásico, convirtieron defnitivamente en estrella a Harrison Ford y dieron paso a un nuevo lenguaje cinematográfico que llevaría a los videojuegos. Trepidante filme de aventuras, inolvidable en sus escenas de acción, on un gran reparto y una genial banda sonora de John Williams. La secuela tardaría tres años en llegar, en principio fue algo menos bien recibida, pero el tiempo también la ha convertido en un clásico.

 

Indiana Jones y el templo maldito:

1935: Un año antes de buscar el Arca de la Alianza, Jones vive uno de sus viajes moviditos: Sale por piernas del club de Shangai Obi Wan con una cabaretera y un niño chino tras perder unos diamantes y estar a punto de ser envenenado, coge el avión equivocado y le dejan abandonado los pilotos como el desodorante, cruza unos rápidos, acaba en una aldea que ha perdido todos los niños y una piedra de fortuna y gloria, se va a buscarlos y se encuentra con una secta india con malas pulgas, peor comida y bebida y cuyo lider te arranca el corazón como te descuides, coge la vagoneta en vez del vagón del tren y acaba colgado en un puente de cuerda con unos cocodrilos debajo. Eso es estrés laboral y no lo que sufrimos algunos.

Para la segunda entrega, Lucas y Spielberg se habían planteado entre otras opciones desarrollarla en China o en un castillo encantado escocés, pero defitivamente optaron por India y la secta thug, en un guiño a uno de sus filmes favoritos, Gunga Din. La montaña rusa que era la primera entrega continuaba a todo trapo en esta segunda, pero a Lucas y Spielberg los recibieron algunos de uñas por varias razones. Primero, porque pensaron que se habían pasado tres pueblos con la violencia y lo oscuro de la narración no tragaron con serpientes con sorpresa, sopas de ojo, sorbetes de seso de mono y corazones arrancados. También les acusaron de racistas por sacar de malos a chinos y thugs adoradores de Khali.

Pero los admiradores de Jones, de Fumanchú, de las novelas de Sandokán, de Gunga Din y del cine de aventuras disfrutamos como enanos. El filme no decae desde que aparece el logotipo de Paramount en un gong hasta los títulos de crédito finales, tiene memorables escenas como el número musical de Cole Porter en chino, la pelea en el Obi-Wan y posterior huida, el banquete, la huida en vagoneta y el final en el puente colgante. Tenía para mí el villano más memorable de toda la saga, el actor procedente de Bollywood Amrish Puri, que daba miedo verlo y que se las hacía pasar canutas al héroe, y para variar, otros dos actores que pasarían a englobar la maldición de Jones de no convertirse en estrellas. Kate Capshaw era puro grito en el filme, no hizo despegar su carrera pero se hizo con el premio gordo, su director, tras el rodaje se casaron y ahí siguen 30 años después. El niño Ke Huy Quan saldría también después en Los Goonies y en la actualidad sigue en el mundo del cine, aunque ya no delante de las cámaras.

Capítulo de curiosidades: Lucas y Spielberg siguen con sus bromas, la del club Obi-Wan es evidente que es un guiño a Star Wars, y Ford intenta cargarse a dos thugs con espada como en la primera, pero ha perdido la pistola. Fue un gran éxito, pero no tanto como la primera, se topó en USA con unos Cazafantasmas que fueron el gran taquillazo de aquel año. Lucas y Spielberg tomaron nota del leve traspiés y de las críticas, y volvieron a terrenos más seguros. La segunda debía ser más blanca, con nazis y deberían explicarse los orígenes de Indy y sus relaciones familiares.

Indiana Jones y la última cruzada:

 

De 1912 a 1938. El joven Henry Jones, Jr encuentra en una excursión a unos saqueadores de tumbas que se han hecho con la cruz de Coronado. Huye de ellos en un tren, pero al volver a su casa se ve obligado a devolver la cruz a los que han encontrado. 26 años después y convertido en Indy, la recupera y se ve obligado a buscar a su padre, misteriosamente desaparecido mientras buscaba el Santo Grial en colaboración con un mecenas sospechosamente con buenas migas con los nazis y una doctora con unos cuantos secretos de alcoba y de ideología. La aventura le llevará por Venecia, Alemania y la ruta de los caballeros templarios hasta llegar a Petra.

Sé que va a haber un poco de polémica con los fans de la saga que prefieren esta tercera a la segunda, pero no es mi caso. Es muy buena, pero un poco inferior en mi opinión al templo. Tiene un duo memorable formado por Ford y Sean Connery (bastante obvio teniendo en cuenta que uno de los referentes de Jones es Bond), una estupenda femme fatale como Alison Doody (de nuevo la maldición Indiana, no volvió a hacer nada destacado), dos grandes secundarios procedentes de la primera como John Rhys-Davies y Denholm Elliot (poco después fallecido como consecuencia del SIDA) y  varias excelentes secuencias de acción como la motora, la de la motocicleta y la del tanque.

Pero le fallan varias cosas. Primero, el guión y el macguffin, creo que las críticas a la segunda pesaron demasiado y Lucas y Spielberg jugaron demasiado sobre seguro con la trama del Grial y los nazis, el filme tiene por momentos una cierta sensación de deja vu que no tenían las primeras. Segundo, los malos, Julian Glover y Michael Byrne son buenos secundarios, pero tienen menos carisma que los anteriores. Y tercero, me temo que el prólogo y el final no están a la altura de las anteriores entregas. River Phoenix era un prometedor actor, y no lo hace mal, pero le faltaba un puntito más de locura y kilometraje para ser Indiana, además la escena en el tren peca de falta de fuerza y vértigo. El final también se hace demasiado largo, el Grial no tiene la fuerza del Arca o de las piedras de fortuna y gloria y al climax le falta un ritmo más trepidante tras entrar en el lugar donde está el cáliz.. Es otro gran divertimento, pero creo que no acaba de estar bien pulida.

Y sigue teniendo los guiños y bromas habituales, un cameo del Arca y la aparición estelar de Hitler. Tuvo más éxito que la segunda en USA, pero se volvió a encontrar con un rival temible en taquilla, Bruce Wayne y su juerguista enemigo el Joker. El filme fue parcialmente rodado en España, los paisajes almerienses de la persecución al tanque son perfectamente reconocibles por los amantes del western europeo.

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