Locke

Hacer una película con un solo actor en un escenario único tiene mucho riesgo, si la historia funciona y se mantiene la tensión funciona, si no, puede aburrir. A Eduardo Cortés en Enterrado y a Alfonso Cuarón en Gravity les funcionó de maravilla, a Danny Boyle en 127 horas no tanto (le sobraban las pesadillas y recuerdos del protagonista) y a Steven Knight creo que tampoco. Tiene un actor como Tom Hardy fantástico (si se hubiese estrenado Bronson aquí le apreciaríamos más), un buen uso de la fotografía y el montaje, pero le falla la historia, demasiado endeble como para aguantar a un hombre durante hora y media en un coche hablando por teléfono. Da la impresión de ser un mediometraje alargado, a mí se me hizo un tanto pesada, solo le puedo dar un aprobado justito, lo mejor, Hardy.