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carlosmartinez

Lasa y Zabala

 

 

Está claro tras GAL y Lasa y Zabala que el terrible asunto de los GAL no tiene suerte en el cine. Si el filme de hace unos años a mayor gloria de Pedro J. Ramírez era horroroso por la loa al periodista, este no es menos tendencioso, artero, manipulador y maniqueo: de acuerdo, los del GAL eran unos hijos de perra, pero viendo el filme uno observa cierto paternalismo/comprensión hacia el colectivo abertzale, y eso no es de cajón, más de 800 víctimas del terrorismo no lo merecen

Y eso no lo es peor del filme, que parece un telefilme de tercera fila al estilo Tele 5, con un actor como Unax Ugalde que parece tener la expresividad de un bloque de mármol recién salido de una cantera y con unos malvados que sobreactúan poniendo cara de villanos, cosa extraña en excelentes actores habitualmente como Francesc Orella. Mención aparte merece el horroroso doblaje al castellano, (creo que hay una versión subtitulada, pero ignoro si está solo hablada en euskera o es bilingüe, la que ví solo era en castellano), en buena parte hecho por los propios actores (oyéndolo, uno entiende por qué Antonio Banderas, Javier Bardem y Penélope Cruz no se quieren doblar a sí mismos en los filmes que hacen fuera de España); cada vez se dobla peor en España, pero chirría especialmente en los filmes españoles no hablados en castellano, en esta ni se han molestado en que el movimiento de los labios de los actores intente coincidir con lo que hablan los dobladores, es de juzgado de guardia. Sin duda uno de los peores filmes españoles del año.

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