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carlosmartinez

St. Vincent

 

El título lo dice todo: película poco original sobre personaje cascarrabias que acaba siendo un santo. Pero si James L. Brooks con Mejor imposible y Clint Eastwood con Gran Torino hicieron estupendas películas con temas parecidos, el debutante Theodore Melfi solo consigue una película amable y entretenida, con un Bill Murray excelente pero al que le viene pequeño el personaje, con una Melissa McCarthy discreta aunque menos cargante que en sus comedias habituales, un niño que por lo menos no resulta enervante y unos Naomi Watts y Terrence Howard cuyos personajes no resultan muy convincentes. No molesta, pero es el típico producto del montón que los Weinstein venden como la octava maravilla en temporada de premios, dudo mucho que se lleve alguno.

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