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carlosmartinez

El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos

Y llegamos al final del camino de Bilbo Baggins, aquel que le juntó en una cueva con un anillo en busca de un tesoro protegido por un dragón en compañía de unos enanos y un mago gris. Ha sido más largo que el libro, pero creo que ha merecido la pena más de lo que muchos han dicho. 

Lo dije hace dos años y me mantengo. Para mí El Hobbit no son tres películas sino una, igual que lo fue El señor de los anillos o que lo era el díptico indio de Fritz Lang. A mí personalmente no me ha molestado lo que dicen muchos la larga duración, salvo en un par de detalles en que se ha apartado más del libro original, las referentes a un Legolas que no pinta nada en esta obra y que está interpretado por un señor llamado Orlando Bloom que dice que es actor y el romance entre elfa y enano que creo que es invención de Peter Jackson. Me parecen ambos fuera de lugar y lo peor del filme.

Porque por mucho que digan que Jackson se ha pasado con la informática (como si El señor de los anillos estuviese hecha a mano) y en la duración de las batallas, era su opción, y me parece tan defendible como si se hubiese hecho en una versión reducida. La batalla de los cinco ejércitos me parece tan bien rodada como las del Abismo de Helm y la de los Campos de Pelennor, Smaug es magnífico y muy amenazante, Thorin Escudo de Roble está muy bien interpretado por Richard Armitage tanto cuando está empeñado en recuperar el trono y el tesoro como cuando se le va la olla en la montaña, no veo otro Gandalf mejor que Ian Mckellen... y luego está Martin Freeman.

Habiendo visto casi a la vez la serie Fargo y el final de El Hobbit, me quito el sombrero ante Freeman. Si en la primera no se puede ser más mezquino, rastrero y traicionero que ese Lester Nygaard, en un cambio magistral de registro no veo otro mejor Bilbo que él, e incluyo a  Ian Holm en la anterior trilogía. El actor británico hace entrañable a un personaje que ya lo era en el libro y que siempre fue más interesante que su sobrino Frodo.

Destacar como siempre a Howard Shore. Habrá quien diga que su banda sonora no está a la altura de El señor de los anillos, pero una vez olvidadas sus desavenencias y despido en King Kong ha vuelto a lo grande, especialmente en el capítulo final está majestuoso. Vista en su conjunto, El Hobbit no desmerece tanto de El señor, y no me aburre en ningún momento, e incluso echo en falta algo, un entierro final que me imagino que al igual que hizo con la muerte de Saruman en El señor de los anillos lo debe haber dejado para la edición extendida. Se supone que es el final de la aproximación de Jackson a Tolkien, aunque nunca se sabe, queda mucho de El Silmarillion e incluso algún personaje al que nunca hemos visto en el cine del director neozelandés como Tom Bobadil.

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