Ricki

La carrera de Jonathan Demme es caótica tras los éxitos de El silencio de los corderos y Philadelphia: desastres como Beloved y La verdad sobre Charlie, documentales y películas inéditas en España, un remake discreto como El mensajero del miedo y una única película notable, La boda de Rachel. Poco queda ya del estupendo director de El eslabón del Niágara, Algo salvaje, Melvin y Howard y que lanzó definitivamente a la fama a Hannibal Lecter.

Ricki no le devolverá el prestigio perdido, pero tampoco es uno de sus peores trabajos de estos últimos veinte años. Es una correcta película al servicio de la estrella Meryl Streep, que está muy bien en los números musicales, pero que flaquea en las escenas familiares, especialmente con una actriz bastante sosa como es la hija de Meryl, Mamie Gummer. El resultado, simplemente entretenido, pero de Demme espero mejores cosas, espero que antes de que acabe su carrera (ya pasa de los 70) vuelva a hacernos a alguna gran película a la altura de sus mejores años.