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carlosmartinez

Los mercenarios 3

Pues parece que la broma senil de Stallone llamada Los mercenarios, catálogo del museo del botox y las canas en forma de película, puede llegar al final con la tercera parte. El filme se la ha pegado en USA, Stallone hace tiempo que pide la jubilación.

Con todo, el filme como autoparodia todavía funciona, otro cantar es ver a un grupo de carcamales haciendo el ganso como si tuvieran 30 o cuarenta años menos. Tiene momentos divertidos, especialmente la marcianada de Antonio Banderas cantando El novio de la muerte, y no aburre, pero el grupo de actores no da la talla como héroes de acción (el único conocido es Kellan Lutz, y el Hércules que hizo con Renny Harlin era un petardazo), pero da pena ver a Stallone dando saltos y volteretas (más bien al doble argentino que hizo un anuncio de cervezas hace años) a sus 60 y tantos tacos, a Harrison Ford incapaz casi de mover un músculo y de levantarse del helicóptero (miedo me da en manos de J J Abrams en Star Wars VII), a Arnie convertido en la sombra de lo que fue (puede dar todavía el callo como anciano Conan según cómo trate el personaje el director que finalmente la dirija, pero lo de hacer de nuevo Terminator parece de chiste) o a Robert Davi convertido en la momia de Ramsés II (y eso que solo sale una escena). Solo se salva del ridículo un Mel Gibson también avejentado, pero que tiene un personaje algo mejor. Discreta tercera entrega de una saga que nació como una broma y que probablemente no debió pasar de la primera entrega.

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