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carlosmartinez

el árbol de la vida

   Mucho se ha hablado desde su presentación en el Festival de Cannes de comparar El árbol de la vida con 2001. Es algo normal, son filmes difíciles de entender al primer vistazo (bueno, en 2001 todavía hay gente que sigue sin entenderla, sobretodo el monolito y el viaje por el agujero de gusano y el final), filmes profundamente religiosos (2001 para mí es más un filme religioso que de ciencia-ficción, siempre he dicho que el monolito son uno y tres, como la trinidad, y que el feto del final es un ángel ascendiendo al cielo) y muy marcados por la personalidad de sus directores. La diferencia es que el filme de Kubrick es una obra maestra y el de Terrence Malick un filme fallido tirando a patinazo.

   A simple vista más de un crítico ha intentado diferenciar el rollo patatero de las imágenes del universo, los dinosaurios y el cielo new age de la parte final del filme de la historia de Brad Pitt y sus hijos porque les gustaba más esta última parte. No me parece la opción más correcta para explicar el filme, puesto que el filme no es lineal y todos estos temas están entrelazados durante el filme, no se pueden separar. Desde el primer momento me queda claro de que el narrador es el personaje de Sean Penn adulto, y me da toda la impresión de que toda la historia transcurre en su cabeza (a la manera de un Origen o un Fellinni 8 y medio) y que todo lo que vemos son más o menos sus recuerdos de infancia, sus obsesiones místicas o sus sentimientos de culpa. La prueba, en mi opinión, es que el filme acaba con él (la bajada en ascensor desde el cielo me parece un poco torpe, de verdad).

  No hubiese sido un mal tema, de haberlo contado de otro modo. El problema es que Malick tarda como media hora en empezar el filme (lo que se dedica en mostrar la noción de creación del universo del personaje de Penn) sin contar mínimamente una historia, que se recrea en mostrar bellísimas imágenes (marca de la casa, pero que aquí quedan profundamente cursis) de prados, de manos meciendo la hierba (algo muy manido desde los tiempos de Gladiator) y de cielos en medio de una playa; tampoco le ayuda que confunda la confusión con la profundidad. El resultado es pretencioso, aburrido y en exceso largo (y encima amenaza con una versión de seis horas de duración, dios no coja confesados), el segundo patinazo seguido (El nuevo mundo tampoco resultó excesivamente afortunada) en un director que nos había dado dos filmes del calibre de Malas tierras o La delgada línea roja. Parece ser que prepara un nuevo filme (aunque con este hombre, que se pega lustros sin dirigir, nunca se sabe), espero que recupere la fuerza de anteriores trabajos, éste es sin duda la mayor decepción de este año y una injusta Palma de oro, aunque reconozco que Brad Pitt hace uno de sus mejores trabajos, que Jessica Chastain es una gran promesa (siempre que no la quemen antes de tiempo, tiene nueve películas pendientes de estreno), y que el niño que hace el personaje de Penn en la infancia está muy bien.

1 comentario

david campani raso -

la verdad considero ante todo que es un fim visual,que te recreas en las imágenes,pero no es un film al uso y como la vi solo y la acción transcurria tan lenta,estuve a punto de irme del cine en más de una ocasión, aunque al final lo vi todo.un film muy poco comercial que no creo que tenga muchas posibilidades de cara a los oscars