Venganza: conexión Estambul

Desde hace años, el director y productor francés Luc Besson ha dejado dos cosas claras en su filmografía, su amor por el cine de acción norteamericano y su incompetencia para copiarlo sin rubor (salvo dos excepciones, su primer largo, Kamikaze 1999 y Leon el especialista, sus dos únicos títulos salvables). Venganza, filme que produjo en 2008 era más de lo mismo en su filmografía, una vulgar película al más puro estilo Charles Bronson cuyo único atractivo era la presencia del excelente actor Liam Neeson como protagonista; pasó desapercibida en su estreno aquí (tenía muy dura competencia: Wall-e, El caballero oscuro y Mamma mia!), pero fue todo un éxito sorpresa en EEUU unos meses después.

Ahora nos llega la secuela, y es todavía peor, no hay quien se crea la delirante trama de mafiosos albaneses que buscan vengarse en Turquía del protagonista por los hechos de la primera parte, empezando por lo más básico en el argumento, que hay que ser muy crédulo para pensar que se puede organizar en un día (lo que tardan en saber dónde está el protagonista, incluso menos) la organización del secuestro de tres personas en un país sin frontera con Albania, eso no cuela ni borracho. Y Besson sigue copiando sin rubor, las escenas de los tejados parecen sacadas de The international, el filme que Tom Twyker rodó hace algunos años, son idénticas cambiando los actores. Se salva como casi siempre Neeson (pocas veces está mal), lo demás es un espanto, aunque ha vuelto a funcionar en USA.