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carlosmartinez

Las brujas de Zugarramurdi

Leo por ahí que Alex de la Iglesia ya no es el que era, que se ha pasado tres pueblos con Las brujas de Zugarramerdi, que tiene altibajos de ritmo (que me los expliquen con pelos y señales porque yo no los veo) y que la película es puro exceso... Pues muy bien, allá ellos, porque yo me lo he vuelto a pasar en grande con esta nueva gamberrada del director, que cuanto más cafre y más salvaje se pone más me gusta (cuando me deja frío es cuando hace cosas más tranquilitas como La chispa de la vida), y sigo diciendo que es único en mezclar el esperpento, el grand guignol y la españolada para hacer algo completamente diferente a los demás cineastas.

Las brujas de Zugarramerdi es un derroche de talento, de un de la Iglesia en estado puro, toma a dos (solo por destrozar a dos sex symbols como Hugo Silva y Mario Casas hasta lo indecible la película ya vale la pena, ambos hacen las mejores interpretaciones de su carrera) huyendo de un atraco con un niño, un taxista y un señor de Badajoz y los mete en la localidad navarra de Zugarramerdi famosa por los casos de brujería, para enfrentarlos a tres brujas de aquí te espero (genialmente histriónicas como siempre Terele Pávez y Carmen Maura, mucho menos Carolina Bang), y un aquelarre con un monstruo muy original y muy icónico. La película es salvaje, gamberra, desmadrada, divertidísima y sin un minuto de respiro, una gozada para los que amamos a su director, con un reparto estupendo (añadir a Enrique Villén, Manuel Tafallé, Pepón Nieto, Secun de la Rosa, ese camaleón que responde al nombre de Javier Botet conocido como la Niña Medeiros de REC y unos Santiago Segura y Carlos Areces que hay que verlos para creérselos, todos los bordan) y una dirección artística formidable. Incluso el habitualmente fallido epílogo de los filmes de su director me parece entrañable. De momento, para mí la mejor película española de este año.

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