el asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Antes de pasar a los estrenos de esta semana, y ya que las notic¡as de esta semana no me han inspirado demasiado, me gustaría comentar una carta al director aparecida en "El Periódico" el pasado 2 de noviembre y que venía firmada por una persona llamada D. Margalef (ignoro si era hombre o mujer: la publicación no daba datos). En ella se quejaba con toda la razón del mundo del exceso de toses en los estrenos de teatro y recomendaba llevarse caramelos para la tos. Aplicándolo también al cine, recomiendo también que la gente sea menos ruidosa al comerse las palomitas (aunque cueste se puede hacer), intente no hacer ruido al acabar el refresco (se puede levantar la tapa para apurarlo o para ver si queda), apagar los móviles (la mayor plaga de todas: en teatro se suele advertir antes y siempre queda alguno que no se ha enterado, creo recordar que una vez Lawrwnce Fishburne obligó a un espectador a irse por esta causa; no estaría mal) y estar calladitos durante la proyección (bueno, sin pasarse, que a mí me hicieron callar una vez durante la proyección de un tráiler). A veces hay más efectos sonoros en la platea del cine que en el filme en sí (y ya es decir con el Dolby).

    También recomendaría que no roncansen si se duermen, pero por una vez seré permisivo como protesta ante el estreno de "El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, una de las más soporíferas, aburridas y exasperantemente lentas películas de las que tengo recuerdo, tal es así que hace parecer a directores calificados de "lentos" como Dreyer o Antonioni (no es un desprecio: el primero es un maestro de la historia del cine, no tanto para mí el segundo) como alumnos aventajados de la MTV. La película protagonizada por Brad Pitt se hace extraordinariamente larga (mucho más de los 160 minutos que dura, además de contar una historia mil veces vista y que contaron con maestría gente como Henry King, Fritz Lang, Nicholas Ray o Walter Hill). Creo recordar que (injustamente) Gene Hackman decía en "La noche se mueve" que el cine de Eric Rohmer era como ver crecer la hierba. Pues bien: "El asesinato..." es como ver crecer un bosque entero de secuoyas (por si alguien no los conoce, son árboles gigantescos que tardan años en crecer). Filme sólo recomendado en casos extremos de insomnio.