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carlosmartinez

como locos a por el oro

   Ante un engendro de las dimensiones de "Como locos a por el oro", la verdad es que me costaba bastante plantear la crítica, pero después de verla leí la crónica del crítico de cine Pere Vall en Fotogramas, donde comparaba a Mathew Macounaghey con un merluzo (yo también lo habría comparado con un besugo) , y me dí cuenta de una cosa: que había bastantes más símiles marinos que se había olvidado el crítico sobre esta película, más plana que un rodaballo.

   Empezando por su protagonista, Kate Hudson, sosa e insípida gula del norte que los magos del photoshop nos han querido vender por sabrosa angula (quien la vea en la película y la vea en el cartel del filme observará un par de "pequeñas" diferencias). Tampoco son desdeñables unos villanos que nos hacen querer creer que son temibles tiburones cuando en realidad son unos auténticos percebes y un director y unos guionistas con el cerebro de una estrella de mar y el sentido del humor de un cachalote. Sólo se salvan de esta zarzuela de pescado en mal estado Donald Sutherland, el músico George Fenton y los divertidos títulos de crédito (donde una simple hoja de papel volando provoca el naufragio de un barco), pero realmente parecen pulpos perdidos en un garaje. La verdad es que me aburrí como una ostra ante semejante naufragio de filme, pero lo peor no es eso: lo peor es que esta semana hay una película todavía peor.

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