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carlosmartinez

margot y la boda

   En estos últimos tiempos resulta inexplicable cómo una actriz como Nicole Kidman, que hasta ahora había tenido una buena elección en general de sus papeles, se ha podido meter en una increible sucesión de bodrios que le han hecho merecedora del Yoga a la peor actriz. Para mí, "Margot y la boda" es otro más. Marcianada independiente (o eso pretende que creamos: está producida por Paramount) dirigida por el guionista de "Life acquatic", es una sucesión sin mucho sentido de personajes raros y situaciones estrambóticas que aburre al más pintado al poco rato de la película. Para salir huyendo. Esperemos que en el descanso obligatorio de Kidman por maternidad le dé por reflexionar sobre su carrera, porque a este ritmo su estrellato va a durar muy poco.

   La semana que viene hablaremos de la segunda entrega de "Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian (por cierto, felicitar a Alex Gorina por la broma de llamarla en la Guía del Ocio "El príncipe de la caspa").

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