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carlosmartinez

duplicity

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Hoy no me apetece hablar de temas extracinematográficos, así que empezaré por dos temas de cine que me han llamado la atención estos días.

   El primero, una cosa que he observado en algunas críticas de cine últimamente. Tras leer la crítica en El Periódico y La Guía del Ocio del filme "Confesiones de una compradora compulsiva" (del que hablaré la próxima semana), obra ambas de la misma persona (Desirée de Fez), he observado con estupor una cosa: que son prácticamente idénticas. Como no me gusta pagar dos veces por lo mismo, una de dos: o utilizan a dos críticos distintos o que éstos se esfuerzen más las meninges. Y, como he dicho antes, no es la primera vez que lo observo.

   Por otro lado, "felicitar" a la distribuidora Manga Films por "cargarse" la política de cine de autor y aquello tan trillado de que el director es el responsable de la película. ¿Por qué lo digo? En un delirante gazapo en el cartel del filme francés  de próximo estreno "Espías en la sombra", no aparece por ningún lado el nombre del director. Desde luego, ésto sería el sueño de algunos productores.

  Paso a comentar los filmes estrenados estos días, empezando por la muy fallida comedia de espías "Duplicity", obra del guionista y director Tony Gilroy, autor de los guiones de la trilogía de Bourne y director de "Michael Clayton". Y demuestra una cosa: que es un buen guionista, pero está muy verde como director. El filme tiene un argumento divertido y buenas situaciones de comedia, pero falla estrepitosamente en lo esencial en una comedia que pretende ser loca: el ritmo. Las situaciones están forzadas y estiradas al máximo (como decía Howard Hawks más o menos, lo que puedas hacer en cinco segundos no lo hagas en diez) y al filme le sobran muchos minutos de aburrimiento. Y ésto en una comedia es una herida mortal. Sólo destaca por el buen trabajo de su reparto y por el final sorpresa (que aquí evidentemente no comento, pero que al menos a mí me pilló desprevenido). Una lástima: el argumento prometía bastante.

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