distrito 9

   Bienvenidos a mi blog de críicas de cine. Con la vuelta de vacaciones de los políticos, vuelven las meteduras de pata de los mismos y con ellos mi habitual sección de "El hijo de puta de la semana", en este caso para dos conocidos políticos.

   El primero el inefable Silvio Berlusconi, que sin duda no necesita abuela tras sus últimas declaraciones: no ha dudado en decir que es el mejor presidente del gobierno de la historia de Italia. Si se trata de irse de putas en su casa de Cerdeña quizás sea cierto; en otros aspectos, desde luego no.

   Y el otro es para Mariano Rajoy, quien para justificar su rechazo a la ley de memoria histórica y sus críticas al PSOE no dudó en comparar el puño en alto con el saludo fascista. No le negaré que se han cometido muchas barbaridades en nombre de ese puño, pero es que ese símbolo y el del himno "La Internacional" significa mucho más: la lucha en muchos casos honesta de gente que quería mejorar la vida de honrados trabajadores. Criticarlo es casi tanto como criticar "La marsellesa" por los desmanes de Robespierre y Napoleón. El saludo fascista sí que no tiene ninguna justificación detrás. No se pase, señor Rajoy.

   Pasando a comentar los filmes de esta semana, el más destacado sin duda es el filme de ciencia-ficción "Distrito 9", filme dirigido por el debutante Neil Blomkamp y producido por Peter Jackson. Su punto de partida no es excesivamente original, la llegada de una colonia de extraterrestres a la Tierra (no está muy lejos del filme y la serie "Alien nación) con intenciones no muy claras. Su originalidad radica en el desarrollo de los dos primeros actos del filme, el primero rodado al más puro estilo de falso documental tipo "REC" o "Monstruoso", con un delirante y muy apropiado sentido del humor. Cuando esta parte no da más de sí, se produce un giro de guión que no comentaré aquí (a pesar de que sale en los tráilers) y que lleva al filme a los terrenos de "La metamorfosis" y de "La mosca", y que probablemente sea lo más original del filme (y lo más desagradable). Lo que hace que el filme no acabe de ser perfecto es su tercer acto, que se enreda demasiado en persecuciones y tiroteos entre humanos y extraterrestres y al que no le habría ido mal un pequeño toque de tijera. Con sus imperfecciones, una de las grandes sorpresas del año. Destaca por los efectos especiales, por su guión, por su diseño de extraterrestres (que acaban siendo repugnantemente adorables) y por la interpretación de su protagonista, el desconocido Sharlto Copley, del que espero volver a hablar. Muy recomendable.