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carlosmartinez

editorial/el secreto de sus ojos

   Bienvenidos a mi blog de crítcas de cine. Ante las delirantes declaraciones de Pilar Rahola sobre el programa de TV3 "Polonia", me gustaría hacer algunos comentarios.

   Que decir que no le gustó la sátira, se lo admito (al fin y al cabo cada persona tiene sus gustos). Pero decir que la sátira humaniza al personaje me parece demasiado. Le recuerdo que la intención de la sátira siempre es poner a caldo los defectos del personaje (y si es alguien tan horrorosamente monstruoso como Hitler, con más razón). No en vano los sátiros siempre han estado entre los más perseguidos. Pero es que humanizar a un personaje como Hitler (como pasó en el film "El hundimiento") lleva a algo aparentemente contraproducente: lo hace más monstruoso todavía: Sin tener ninguna justificación en ningún caso sus atrocidades, los actos de un loco serían más "comprensibles" que los de una persona en su sano juicio. Y le recuerdo a la señora Rahola que probablemente las dos más contundentes críticas al nazismo las hicieron en plena guerra dos comediantes, un británico judío (Chaplin; no se puede ridiculizar más a un monstruo que en la escena del globo terráqueo) y un alemán afincado en Hollywood (Lubitsch, del que ignoro si era judío o no).

   Pero hasta aquí admito las críticas de la señora Rahola. Lo que no admito en ningún caso son las posteriores declaraciones contra otra escritora de origen árabe diciendo que es que no tenía suficientes estudios. Por esto último le doy a Rahola el "premio" de hija de puta de la semana.

   Os voy a dar un pequeño disgusto a mis habituales lectores de esta página. Como habéis comprobado, he escrito en estos dos úlitmos años esta página cada semana sin descanso. Como uno no es de piedra, también necesita descansar, y os anuncio que la semana próxima me tomo unos días de vacaciones, por lo que la semana próxima no se publicará.

   Los pocos estrenos de los últimos días han hecho que esta semana sólo publique la crítica de dos películas, pero me vienen de perlas para hablar de la diferencia entre un buen guión y un mal guión. Sea del género que sea, lo importante es que esté bien contado y que tenga buenos personajes.

  Un buen, un gran guión es el del último filme del argentino Juan José Campanella, "El secreto de sus ojos". Desconozco la novela en que se basa, pero es muy difícil hacer un guión que, por la cantidad de cosas que encierra, puede tender a la dispersión. No es el caso. En el filme combinan armoniosamente una excelente historia policíaca (a pesar de que conocemos al asesino casi desde el momento en que lo vemos en una foto), el retrato de una sociedad que en año 1974 está a punto de enfrentarse a su peor pesadilla, dos preciosas historias de amor, una preciosa historia de amistad y una particular venganza (que me cuidaré mucho de comentar para no estropear el final sorpresa del filme). Todo ésto está llevado de manera maestra por Campanella, con la ayuda de un reparto en estado de gracia, en el que destacan Soledad Villamil, Pablo Rago, Guillermo Francella y un Ricardo Darín que hacía tiempo que no estaba tan bien, probablemente sea la mejor interpretación de su carrera. Y ya sé que es un filme argentino, pero teniendo en cuenta que es una coproducción con España, lo considero de momento el mejor filme español del año.

 

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