editorial

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Ante todo agradecer a Josep Mª sus dos comentarios enviados estos últimos días (perdona el retraso en llamarte, a ver si esta semana puedo hablar contigo). En cuanto al filme de Allen, espero que te guste, aunque hay gustos para todos. Y en cuanto a  lo de la fiesta de Laporta (no comentada antes porque el último artículo lo publiqué la mañana del partido), estoy de acuerdo en que se ha salido de madre el asunto (¿si hubiese sido Florentino o Valdano hubiesen sido tan hirientes en Madrid con el tema?) y añadiría que cada uno es libre de hacer lo que quiera en una fiesta privada. Espero que sigas dejándome comentarios (aunque no estés de acuerdo conmigo en lo que diga, que no todo van a ser flores), y lo mismo digo al resto de los que visitáis esta página. 

   No quiero pasar por alto el tema del posible traslado de las fotos del gran fotógrafo de la guerra civil Agustí Centelles al archivo de Salamanca. Aunque no comparta su opinión, respeto la decisión de la familia de vender los negativos al gobierno central; lo que suena a cachondeo y broma de mal gusto es la decisión de trasladarlas a tan siniestro sitio (¿no hubiese sido más lógico ponerlas en el Reina Sofía, donde existe una excelente colección de pintura, fotografía y cartelismo sobre la contienda?). Y si al final no tiene remedio el asunto, espero que los del archivo no nos hagan lo que me hicieron a mí hace unos años cuando visité el mencionado archivo: en una excelente exposición que tenían sobre la masonería, con reproducción (tras un cristal, con lo que no había posibilidad de estropearla) de lo que es una logia, el personal de la sala me echó con cajas destempladas a los cinco minutos de estar mirando la exposición; debían de tener miedo de que me hiciera masón. En fin...

   Por último, comentar la muerte del célebre intérprete español y director de filmes de terror de bajo presupuesto (y a menudo ridículos resultados: su primer filme, "La marca del hombre lobo", da más risa que miedo) Jacinto Molina, más conocido por su nombre artístico Paul Naschy. Nunca entendí el fervor, especialmente en países extranjeros, hacia un actor que para mí nunca tuvo el más mínimo interés, pero dado el fervor de gente como Tarantino hacia él, mi obligación es hacer esta reseña con motivo de su fallecimiento.