algo pasa en Hollywood

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Ante la falta esta semana de noticias que me apetezca comentar, y ante la falta de punch (cosa habitual en la semana que media entre el puente de la constitución y el principio de Navidad) de la mayoría de estrenos de esta semana, siento deciros que esta semana estoy poco inspirado y que seré un poco más breve que otras semanas, aunque prometo que intentaré que esto no se repita.

   A priori, la supuesta sátira de Hollywood (estrenada con año y medio de retraso; fue la película que clausuró el penúltimo Cannes) "Algo pasa en Hollywood" podía tener interés por su reparto y por su tema. Pero pedirle al muy Hollywoodiense Barry Levinson mala leche con los que le dan de comer es como pedir a Michael Bay que haga una película estilo dogma. El filme es como una palmadita cariñosa en la espalda hacia un sistema de producción de películas que en general necesitaría una patada en los huevos (cosa que si hicieron con el cine clásico gente como Billy Wilder o Vincente Minelli; incluso un Blake Edwards menor como era "SOB" tenía mucha más mala leche), y no es de extrañar teniendo en cuenta que su guionista es un reputado productor de películas hollywoodienses. No hay en el filme el menor sentido de la autocrítica (se meterán con la escena del perro, pero si la tuviesen a mano en un guión segro que la aprovechaban) y sí de la autoindulgencia (acompañados de un Festival de Cannes encantado de conocerse). Robert de Niro (que alguien me explique la decadencia del que fue uno de los grandes; yo no la entiendo) hace lo que puede con su flojo personaje, y sólo se salvan de la quema un divertido Bruce Willis con su barba (pues no le sienta tan mal) y un muy pasado de rosca Michael Wincott como insoportable director. Viéndola no es de extrañar su fiasco comercial.