editorial

  Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Antes de entrar a hacer una valoración a los Óscars, me gustaría rendir un pequeño homenaje al gran Miguel Delibes, tristemente fallecido ayer. Como aquí no suelo comentar literatura, sólo recordaré la adaptación de dos de sus novelas al cine que fueron gran éxito en su tiempo: "Los santos inocentes" y "La guerra de papá" (basada en "Mi idolatrado hijo Sissí"), así como el gran monólogo teatral que es "Cinco horas con Mario", con una magistral interpretación de Lola Herrera: Descanse en paz.

   En cuanto a los Óscars, he de reconocer que mi olfato no me falló (salvo en un caso, el increible premio al guión de la lamentable "Precious"). Nunca ví la más mínima oportunidad para el filme de Cameron, porque en realidad sólo se había llevado de premio en Hollywood el Globo de Oro (por cierto, que dejen los periodistas de dar la tabarra con que los Globos son la antesala de los Óscars; en los últimos 6 años sólo ha coincidido el premio en una ocasión, "Slumdog millionaire") y la mayoría de los premios anteriores se los había llevado "En tierra hostil", filme discutible en su ambigüedad ideológica, pero toda una lección de cine de acción. Y el Óscar a la película extranjera no supuso ninguna sorpresa por varias razones: porque siempre es la categoría más abierta, porque Campanella no es precisamente un desconocido en Hollywood (es responsable entre otras series de muchos episodios de "House") y porque tradicionalmente la Palma de Oro de Cannes raramente coincide con el Óscar (dos veces desde 1979, "El tambor de hojalata" y "Pelle el conquistador"). El resto de premios fue lo previsible. Y desde luego la Ceremonia pasará a la historia por ser de las más aburridas que se recuerdan. Empezó mal por el veto a Sacha Baron Cohen (hoy en día sería impensable el striper que se le apareció a David Niven en una ceremonia), continuó peor con un guión que convirtió a los presentadores en meros figurantes (aunque protagonizaron uno de los momentos más divertidos, la parodia de "Paranormal activity") y acabó peor con las interminables presentaciones estilo "Operación triunfo" (por segundo año consecutivo) de los actores nominados (¡y luego nos quejamos de que los agradecimientos eran demasiado largos!). Espero que no repitan el error en años próximos, y que manden a la porra a los niñatos de "High school musical" o "Crepúsculo", que dudo mucho que alguna vez estén nominados a algún Óscar.