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carlosmartinez

editorial/los chicos están bien

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Bueno, llegó la noche de los Oscars, como siempre desde que existe este blog encontraréis al final de los comentarios de la semana mis pronósticos para los principales premios.

   Hay mucho filme que comentar y estoy bastante cansado como consecuencia de una semana movidita de trabajo, así que no comentaré en esta ocasión ningún tema fuera del ámbito cinematográfico. Sí que haré un breve recuerdo, como siempre, para la actriz española fallecida hace unos días Florinda Chico. Notable actriz habitualmente de reparto, que como muchos de los actores de este país hizo demasiados papeles en comedias horrorosas de Mariano Ozores, Pedro Lazaga y compañía, pero que brilló en papeles mejores como "Cría cuervos" o "La casa de Bernarda Alba". Descanse en paz.

   Quedaba por comentar el último filme nominado al Oscar "Los chicos están bien". Por mucho que su directora Lisa Chodolenko sea una conocida representante del cine gay americano, el filme, sin ser malo ni muchísimo menos, no deja de ser la clásica comedia de triángulo amoroso de toda la vida, por mucho que sus personajes protagonistas sean dos lesbianas. Quizás le venga grande la nominación a mejor filme, pero tiene un divertido guión y dos formidables interpretaciones de Julianne Moore (que se haya quedado fuera de los Oscars es de risa) y especialmente de una Annete Bening espectacular (comparar su trabajo, mucho más difícil por interpretar un personaje normal sin psicopatías ni defectos físicos, con el lamentable de Natalie Portman clama al cielo, y es de juzgado de guardia que probablemente el Oscar se lo lleve la segunda), no tanto de un Mark Ruffallo y los dos jovenes actores que se quedan en trabajos simplemente correctos. Al filme le falta un poco de chispa y menos situaciones tópicas para ser un filme mayor, pero las interpretaciones lo situan por encima de la media.

   No querría pasar por alto un par de situaciones que sucedieron en la sala en que estaba durante la proyección del filme. En la fila donde estaba yo había cuatro señoras, dos a mi izquierda y dos a mi derecha. Las de mi izquierda se quedaron estupefactas (directamente lo dijeron en voz un poco alta) cuando vieron que el filme trataba de dos lesbianas; las de mi derecha optaron por abandonar la sala antes de cumplirse la media hora de filme, supongo que por la misma razón. Cada uno es libre de tener su opinión y la respeto, pero hago este comentario porque me llama la atención (no es la primera vez, cuando ví "Sweeney Todd", mucha gente se quejaba de que no sabía que era un musical) de que la gente no se informe mejor de qué tipo de película o espectáculo va a ver antes de entrar a una sala y de que encima se queje luego.

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