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carlosmartinez

editorial/rio

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Ante todo, expresar mi cariño y mi deseo de una pronta recuperación en su crisis de ansiedad e internamiento por transtorno bipolar a Catherine Zeta-Jones. Como enfermo mental que soy (en mi caso problemas  de depresión) sé perfectamente lo mal que se puede encontrar alguien con una crisis de este tipo y lo duro que resulta en muchas ocasiones volver a una vida normal.

   En cuanto al fallecimiento más destacado de la semana, he de reconocer que he apreciado más a Sidney Lumet en los últimos años que en un principio, cuando conocía más sus trabajos más alimenticios y menores que sus mejores películas. Porque fue un director irregular, capaz de obras maestras como "Doce hombres sin piedad", "Sérpico", "Tarde de perros", "El príncipe de la ciudad" o "Antes de que el diablo sepa que has muerto", de hacer trabajos revolucionarios para Hollywood en su momento como "El prestamista" (el primer filme tras el Código Hays que mostró un desnudo en el cine americano) y de trabajos comerciales muy bien hechos como "Asesinato en el Orient Express", pero también hizo algunos desastres sonados como la versión negra de "El mago de Oz", "El mago", "El abogado del diablo" o el bochornoso remake de "Gloria". Era el más veterano de los directores de Hollywood y sin duda un grande cuando estaba inspirado, pero también un hombre muy irregular. Descanse en paz, a pesar de sus altibajos lo echaré de menos.

   Llegó la Semana Santa (antes de que se me olvide, que tengáis unas felices vacaciones, aunque yo no faltaré a la cita en este blog la semana que viene) y como es lógico han llegado filmes para los más pequeños. Amén de ser un filme muy adecuado para ellos, "Rio" es una película más que notable realizada por el equipo que hizo la saga de "La edad de hielo". Más de uno le discutirá su propensión a los tópicos sobre la ciudad de Rio de Janeiro (yo no, si el filme está bien hecho, el tópico es una opción perfectamente factible que han utilizado grandes como Hitchcock), pero lo que nadie debería discutirle es su sentido del espectáculo, del gag y del ritmo (y no solo me refiero a la música) y su muy original uso del 3D (nada que ver con lo del ridículo uso de tirar objetos al respetable  como si fuésemos niños de 5 años, ni con lo de mandar a un laboratorio a la India un filme en 2D para que hagan una chapuza en 3D como Airbender). El primer número musical ya es toda una declaración de principios, con las aves volando por toda la pantalla perfectamente y con un claro homenaje a Disney y a Busby Berkeley. Quizás el filme tiene alguna caída de interés en alguna parte y algún personaje secundario discutible (no me gustan demasiado el pájaro rojo y el canario), pero es un espectáculo para toda la familia muy bien hecho.

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