Blogia
carlosmartinez

contagio

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Hoy dispongo de poco tiempo para escribir mis comentarios, no hay ninguna noticia esta semana que me apetezca comentar ni ningún fallecimiento destacable en el mundo del cine que yo conozca, así que paso a comentar las escasas películas que he visto estos días (si ya tenía poco tiempo para ver cine, encima se ha complicado la cosa con un inoportuno resfriado con algo de fiebre).

   Tengo que reconocer que estos días estoy muy atareado, entre otras cosas con la creación del guión  para un corto en un taller de cortometraje en el que participo de vez en cuando. Fui a ver Contagio en parte para poder opinar sobre el filme y en parte para olvidarme durante un poco de tiempo sobre mi guión.

   Lo que no preveía es que el filme se asemejaba a lo que estaba yo trabajando en mi guión en más cosas de las que preveía (no en argumento, tienen algunas cosas comunes, pero no se parecen en nada en la mayoría), y me hace que comente el nuevo filme de Soderbegh, irregular en algunas cosas, pero más que notable, centrado sobretodo en su guión. No diré los aspectos que me han llamado más la atención hacia mi guión, los dejo como secreto de sumario.

   Parte de un guión brillante, aunque cometa algunos pequeños errores especialmente en su escena final. Soderbergh y su guionista Scott Z. Burns tienen la osadía por un lado de plantear el filme como si fuese un filme de intriga donde el asesino es un virus invisible (casi, lo vemos en algunas fotografías microscópicas) al que hay que localizar, destruir y especialmente hallar su origen. Por otro, tratan el filme como si fuera un documental o un reportaje especial para televisión posterior a los hechos, algunos le han criticado que en algunos momentos tiene aspecto de telefilme, cuando creo que es una de sus mayores virtudes. Y como reportaje, el filme es muy didáctico, expone perfectamente cómo un virus se propaga en cuestión de poco tiempo, qué es lo que a los científicos les interesa para hacer averiguaciones, qué hay que hacer para conseguir una vacuna, cómo se expande el miedo que casi es peor que el virus... y no tiene miramientos en cargarse a alguna de las estrellas del filme a las primeras de cambio (como Psicosis o Scream). En su contra, juega el forzar un final más o menos feliz que resulta poco creible y que tanto didactismo acaba provocando que el espectador se pueda perder en algunas cuestiones técnicas que puede desconocer.

  He dejado para el final evidentemente su resolución (evidentemente, no contaré cómo acaba, aunque tengo que contar algunas cosas). Guionista y director lo plantean primero de una manera absolutamente genial y original, pero terminan de una manera tremendamente torpe y explícita, por si algún espectador no ha acabado de entender lo que ha pasado. Comienza con una escena banal, el marido de la primera víctima ve las fotos que ha hecho su esposa fallecida en su último y fatal viaje a Hongkong. Con los datos que ya tenemos sobre el origen del virus y cómo se propaga, en esas fotos está todo, son la última pieza que le falta al puzzle, no hace falta explicar nada más si el espectador ha seguido con atención el desarrollo del filme. Desgraciadamente, los responsables del filme no lo han creido así, cometen la torpeza de incluir un flashback para mí innecesario en el que explican explícitamente lo que ha pasado. Y hacen un borrón de última hora a un filme en su conjunto magnífico, con un reparto estupendo, no solo en sus seis estrellas principales, sino también en actores secundarios como el veterano Elliot Gould o las para mí desconocidas actrices que interpretan a la hija de Mat Damon o la doctora que investiga la vacuna.

0 comentarios