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carlosmartinez

editorial/extraterrestre

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Ante todo, expresar mi repulsa ante los terribles acontecimientos ocurridos estos días en Francia. Que quede claro una vez más que me parece abominable cualquier acto terrorista, venga de donde venga y sea quien sea la víctima.

   Pasando a comentar otras cosas que guardan más relación con este blog, me gustaría recordar que este fin de semana se han cumplido cuarenta años del estreno en USA de la mítica El padrino, probablemente el filme más influyente en las últimas décadas procedente de un estudio hollywoodiense, sin su éxito probablemente no hubiesen llegado a lo más alto su director y protagonistas, pero además lo habrían tenido muy difícil gente de su generación como Scorsese, De Palma, Lucas o Spielberg. En lo que no coincido es en que fuese la última gran interpretación de Marlon Brando, como dice algún crítico estos días, todavía le quedaba un memorable último tango parisino y un coronel perdido en plena selva camboyana, aunque es cierto que su declive físico y artístico le llegó demasiado pronto.

   Esta semana nos ha dejado uno de los grandes guionistas del cine italiano en particular y del cine europeo en general, el gran Tonino Guerra. Difícil quedarse con uno de los trabajos de alguien que ha escrito prácticamente todos los filmes claves de Antonioni, una obra maestra de Fellini como es Amarcord, varias de las películas que hicieron famoso a Francesco Rossi o un buen puñado de las películas del recientemente desaparecido Theo Angelopoulos. Descanse en paz, desgraciadamente el cine italiano le echa mucho de menos.

   Pasando a comentar las películas vistas estos días, la mejor sin duda es el último trabajo del director español Nacho Vigalondo, Extraterrestre. Vigalondo es sin duda uno de nuestros directores más originales y divertidos y sin duda uno de los más osados. A pocos se les ocurriría hacer coña y un corto musical con un protagonista cargado con explosivos (7,35 de la mañana), montar una película de viajes en el tiempo de andar por casa en una urbanización (Los cronocrímenes), hacer un anuncio de ópticas con un burro y tres actores o trabajar para Gran hermano.  Y con Extraterrestre sigue en sus trece. No hay manera de describir un filme aparentemente sobre invasiones extraterrestres que en realidad es una comedia romántica muy surrealista (la sombra de Buñuel y El ángel exterminador está muy presente) sobre tres tipos  estrambóticos enamorados de la misma chica en una ciudad desierta, con platillo volante al fondo, tarro de melocotones y mucha pelota de pingpong. El filme puede desconcertar a más de un espectador que le pille desprevenido y se piense que va a ver otra cosa, pero es francamente divertido, original y tiene un reparto en estado de gracia. De lo mejor de la cartelera, espero que Vigalondo pueda seguir haciendo este tipo de "marcianadas", muy apreciadas por los críticos, pero de momento no tanto para el gran público. 

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