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carlosmartinez

editorial/REC 3

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Pasó la huelga general (por mucho que la apoye, no puedo apoyar las salvajadas que algunos hicieron en el centro de Barcelona, por cierto) y veo que el gobierno sigue en sus trece con los presupuestos. Ya que parece ser que un periodista holandés se atrevió a preguntarles si no creían que las medidas iban a estrangular más la economía española, yo voy a seguir por el mismo camino: que se atreva a explicar algún miembro del gobierno cómo los brutales recortes en apoyo al empleo (léanse cursos y demás) pueden favorecer nuevos puestos de trabajo, porque eso no lo entiende ni un niño de cinco años. Le pediría a Rajoy que no nos tome por imbéciles, pero me temo que es clamar en el desierto o en Laponia.

   Pasando a otros temas, y como es comienzos de mes, toca repasar algún fallecimiento relacionado con el mundo del cine que ha pasado desapercibido salvo en revistas especializadas (por eso lo pongo siempre a estas alturas de calendario. porque suelo enterarme cuando las compro). No es precisamente el cine en que destacó la actriz y directora Lina Romay el que más me interese, a caballo entre el cine de terror serie B-Z de su marido Jesús Franco (en el caso del director español uno no sabe dónde ponerlo) y el cine erótico de la transición, pero tampoco considero que alguien que protagonizó películas famosas en su tiempo como El fontanero, su mujer y otras cosas de meter o que protagonizó títulos de un director de culto para algunos como es Franco merezca que se le olvide en el momento de su muerto. Descanse en paz Romay. 

   Pasando a comentar los filmes vistos estos días, seguimos en el terreno del cine de terror, aunque bastante distinto del cine de Franco, con la nueva entrega de REC. Creo que ya he dicho alguna vez que, aunque reconozco que tiene muchas virtudes, no soy uno de los fans de la primera entrega, creo que abusaba del found footage y que el final era demasiado explicativo (¿hacía falta la explicación del cura y la Niña Medeiros?; creo que no) y lo peor del filme, final que acarreaba que la segunda entrega fuese mucho menos interesante.

   Hay varias cosas que han cambiado en la nueva entrega y que la hacen mucho mejor, aunque repite un error, pequeño, pero error al fin y al cabo. Además de dejar la dirección en manos de un solo director (Paco Plaza), el filme prescinde por primera vez de la ya agotada comunidad de vecinos y monta una nueva historia de zombies (no se puede calificar ni de secuela ni de precuela, en realidad es una nueva historia con pocos nexos de unión, salvo los zombies) en una boda. Y toma una decisión radical que para mí es un gran acierto: se carga literalmente el found footage a los 20 minutos de metraje para ofrecer un relato más clásico (cambia hasta de formato, pasa del formato tipo vídeo al cinemascope). El resultado es mucho más gamberro y negrísimo que las anteriores entregas, una auténtica gamberrada gore con una novia con sierra eléctrica (estupenda Leticia Dolera al ritmo de una conocida canción de los años 80), un novio vestido de delirante caballero andante, un animador de fiestas casi disfrazado de un conocido personaje de dibujos animados (le han cambiado el nombre por los derechos de autor, muy buena la coña) un invitado calvo que no estaba previsto en la boda (su personalidad también es un chiste muy bueno), un tío de la pareja mordido en la mano que arma la tragedia... El resultado es descacharrante, salvo que Plaza comete el pequeño error de volver al tema de la religión con el personaje de un cura que no me produce el menor interés, y hace que en pleno climax el filme baje enteros unos minutos, para recuperarlos (cómo lo hace tampoco tiene desperdicio) después en un estupendo final. A pesar del pequeño desliz, el resultado es muy bueno, para mí la mejor de las tres entregas, veremos qué hace Jaume Balagueró en la prevista tercera entrega.

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