la delicadeza
Hay un buen puñado de actores que se hacen famosos por un papel en concreto y después no saben o no les dejan cambiar. La francesa Audrey Tatou es una de ellas, haga lo que haga (sea Códigos da Vinci o películas en la 1ª Guerra Mundial) no hay manera de que se desprenda del tufillo Amelie, todos los papeles que le recuerdo vienen marcados por el mismo estilo. La delicadeza no es una excepción, por mucho que tenga un elemento dramático que no tenía el filme de Jean Pierre Jeunet. No conozco la novela en que se basa, el caso es que no encuentro nada original en ella, otro coñazo buen rollito plagado de diálogos interminables al que se está aficionando demasiado el cine francés últimamente, los tiempos de la frescura de la Nouvelle vague están quedando muy lejos. El filme puede gustar a los fans de la actriz y del cine de buenos sentimientos tipo Pequeñas mentiras sin importancia, El erizo o Intocable, pero acaba matando de sopor por sobredosis de presencia de actriz, no me busquéis entre los fans del filme.
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