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carlosmartinez

Iron man 3

Como siempre que llegamos al mes de mayo, comienza la temporada de blockbusters de Hollywood, y como en los últimos años, comienza con una película de superhéroes, en este caso la tercera entrega de Iron man. La novedad es que en esta ocasión les ha salido un producto mucho más original de lo que parece y francamente divertido.

La mano del director-guionista Shane Black se nota mucho en el cambio de rumbo respecto a la un tanto estancada segunda entrega. Primero, al igual que en su guión de El último gran héroe, Black opta primero por darle un tono mucho más irónico y a menudo autoparódico, presente desde la primera escena, en que un Tony Stark con unas cuantas copas de más la lía en una escena aparentemente anodida en la Nochebuena de 1999, pero que finalmente es la clave de la trama. Segundo, opta por algo a lo que pocos se atreven en las adaptaciones de los superhéroes: no sé si alguien más se habrá fijado, pero Robert Downey Jr. actúa en la mayor parte de la película sin la máscara de Iron man (no es el único, mirando a Gata blanca en los comics, nadie diría que es el personaje que interpreta Rebeca Hall), y cuando lo hace con ella lo hace con suma torpeza (lo que hablaba de la autoparodia y la ironía). Tercero, nos ofrece un giro sorpresa a mitad de la película en uno de los personajes claves del filme (y uno de los más queridos para los fans de Marvel, no sé si los puristas del comic se lo habrán tomado bien) que evidentemente no voy a desvelar, pero que a mí me pilló desprevenido, y que hace que la película crezca más en ironía en incluso en una soterrada carga política. El filme es muy divertido, gamberro, espectacular y sumamente entretenido, con un Robert Downey Jr. en plena forma, un gran Ben Kingsley con un registro interpretativo que yo no le recuerdo habérselo visto antes, un Guy Pearce muy pasado de rosca y una Rebeca Hall a la que quizás se le queda corto el papel. Un excelente blockbuster (insisto, se puede hacer muy buen cine de entretenimiento, lo que falta es talento y ganas de arriesgar por parte de los estudios de Hollywood), de lo mejor de la Marvel. Y advertencia, no os perdáis la escena final tras los créditos, francamente divertida, y con un viejo amigo de la casa.

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