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carlosmartinez

Phenomena: El jovencito Frankestein+La vida de Brian

 

Este sábado 25 Phenomena programa una sesión con dos grandes comedias de los años 70 y para mí las mejores películas de sus respectivos creadores:

El jovencito Frankestein:

Mel Brooks es el paradigma del director de parodias de Hollywood, género que ennobleció ya desde sus comienzos en televisión con El superagente 86 y ya en cine con dos comedias estupendas como Los productores (merecidísimo Oscar al guión original) y Sillas de montar calientes. Pero es en El jovencito Frankestein donde alcanza la cumbre de su carrera. Brooks parodia al monstruo y a todo el cine de terror con gran gracia y un reparto memorable, pero a la vez hace un cariñoso homenaje al cine de terror de la Universal, manera de hacer parodias que mantendrían los ZAZ en Aterriza como puedas o Agárralo como puedas, pero que últimamente ha caído en manos de desaprensivos (incluidos algunos de los ZAZ, que actualmente están muy lejos de sus mejores filmes), que descuidan en filmes como la saga Scary movie y sucedáneos a cual más imbéciles y oportunistas (yo no he visto Scary movie 5, ni ganas, pero dudo que se pueda hacer un gag aprovechable en menos de tres meses tras el estreno de Mamá), sin el menor sentido del gag. Brooks construye una perfecta comedia con la historia del descendiente de Victor Frankestein que intenta construir una nueva criatura con la ayuda de un torpe jorobado que destruye accidentalmente el cerebro previsto de un científico y lo cambia por el de un señor llamado A. Normal. Gran guión de Brooks y del actor Gene Wilder y grandes interpretaciones de todo el reparto, especialmente  de un Marty Feldman en estado de gracia y un Peter Boyle formidable como criatura  (recordar que jamás ha tenido nombre, se le suele poner erróneamente el de su creador), y una banda sonora de John Morris prodigiosa, que da el toque necesario a la comedia. Ojo al divertido cameo de ciego de Gene Hackman. Brooks hace ya unos cuantos años que no ha dirigido ningún filme, pero es un grande de la comedia con todos los derechos, hasta sus películas más endebles suelen tener un buen gag. 

 La vida de Brian:

La vida de Brian es sin duda la cumbre del grupo británico (aunque había un americano infiltrado, Gilliam), Monthy Python, formado por John Cleese, Michael Palin, Graham Chapman, Eric Idle, Terry Gilliam y Terry Jones, que tras un gran programa televisivo debutaron en cine con And now for something completely different (al hijo de puta que lo tradujo en España por Se armó la gorda deberían haberlo lapidado como en La vida de Brian) y continuaron con la también magnífica Los caballeros de la mesa cuadrada.

La vida de Brian es un título polémico, muchos lo han tildado de blasfemo e irreverente por atreverse a tomarse a cachondeo las Sagradas Escrituras, empezando por el primer productor del mismo, que se retiró del proyecto poco antes de rodar, diciendo una frase delirante: "No permitiré que la gente diga que me burlé del jodido Jesucristo". Suerte tuvieron de que entró en escena un productor entonces insólito, el ex Beatle George Harrison, que luego fundaría una productora que haría unas cuantas películas más, Handmade Films. Tras su estreno, fue prohibido en algunos países.

Más allá de toda polémica que persigue al filme, queda un grandísimo filme cómico sobre un pobre diablo al que las masas judías confunden con el Mesías, con escenas memorables como la de la lapidación, la del romano que tenía un amigo llamado Pijus Magníficus, la de la pintada o todas las referencias al Frente Popular de Judea, y una canción final, Always look on the bright side of life tan unida al grupo desde entonces que cuando Eric Idle crea un musical sobre los caballeros de la mesa redonda, Spamalot la tiene que poner obligatoriamente. El filme fue y sigue siendo un gran éxito en los países que se ha podido estrenar y una de las mejores comedias de la historia.

Monthy Python duraría juntos poco tiempo más, para hacer un filme muy divertido como El sentido de la vida, pero no tan redondo (aun ganando el premio especial del jurado de Cannes). Graham Chapman moriría pronto en 1989 por sus problemas de alcoholismo, John Cleese sigue siendo un gran cómico incluso en filmes que no lo merecen, Michael Palin se ha dedicado más en los últimos años a hacer de presentador de programas de viajes (y no olvidemos que en 1988 Cleese y Palin nos obsequiaron con otra gran comedia, Un pez llamado Wanda, de otro grande del cine británico como Charles Chrichton), Eric Idle sigue con las rentas de Spamalot, a Terry Jones le tengo un tanto perdida la pista en los últimos años, y Terry Gilliam se ha convertido en un estupendo director proclive a meterse en filmes en los que se pasa de presupuesto y acaba a matarse con los productores. La influencia del grupo sigue siendo inmensa, y La vida de Brian sigue siendo una gran comedia, solo no recomendada a gente religiosa con poco sentido del humor.

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