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carlosmartinez

Phenomena summer nigths: Con faldas y a lo loco

El calorcito del verano suele hacer estragos, como al señor del dibujo, una gorrita no le habría ido nada mal, je, je. Pues Phenomena continúa el día 1 con su ciclo de comedias, y lo hace con una de las más grandes, para mí la mejor de la historia del género:

Con faldas y a lo loco:

Y empecemos por el título y la traducción: Some like it hot (Algunos lo prefieren caliente literalmente) tiene doble sentido, se refiere al término erótico de caliente, pero también a un estilo de jazz anterior a los años 30,  denominado jazz hot o jazz tradicional, una traducción literal del término perdería la dualidad. Con faldas y a lo loco no me disgusta del todo aunque no sea "perfecto" (muy adecuado el término para la película, ¿no?), aunque se aproveche de una canción muy popular en España en la época de la película. Por contra, el catalán Ningú es perfecte puede resultar molesto para quien vea el filme por primera vez, es un spoiler en toda regla puesto que alude a la escena final de la película.

Con faldas y a lo loco desde luego marca un antes en la carrera del genial director vienés Billy Wilder por dos razones principalmente. Primero, con gustarme mucho hasta entonces sus comedias Sabrina, La tentación vive arriba y Ariane (título que me encanta y que muchos desprecian mucho más alegremente de lo que deberían), mis títulos del maestro favoritos a 1959 son los dramas y los policíacos, especialmente obras del calibre de Perdición, Días sin huella y El crepúsculo de los dioses. ¿Qué cambia para hacerse definitivamente un genio de la comedia? Que encuentra aquí a uno de sus dos actores ideales (el otro vendrá más tarde, Walter Mathau, con el que ya había querido trabajar en La tentación) y cristalizará la colaboración con un genial guionista de origen rumano que había empezado con Ariane.

El libreto que escribe con I. A. l. Diamond es una maravilla, un prodigio de ritmo, frases y situaciones memorables y con uno de los mejores finales de la historia, el cual parece que les costó horrores encontrarlo. Y a la vez es la perfecta prueba de que no todos los remakes son obligatoriamente malos, muchos desconocen que el punto de partida del filme (dos músicos de mala muerte travestidos en una orquesta de señoritas) es de un olvidado filme francés, Fanfare d’amour. Solo toma la premisa, pero eso hace que se tenga que considerar un remake. A partir de entonces, Wilder siempre colaborará con Diamond en todas sus películas, la mayoría geniales.

Pero un gran guión necesita un gran reparto y ahí también es insuperable. George Raft es un homenaje en el filme al cine de gangsters clásico, quizás es el eslabón algo más débil del filme, pero dado que Raft es uno de los actores más clásicos del cine negro es lógica su presencia. Pero un cómico discreto como Joe E. Brown hace la interpretación de su vida como multimillonario perdidamente enamorado a pesar de los "defectillos" de su amada. Tony Curtis demuestra que es un actor cómico  y un galán insuperable... y luego están dos que comen aparte.

Marilyn Monroe es mucho más que un mito erótico, es una gran cómica y una gran cantante, y aquí hace una portentosa creación, por mucho que volviese loco al equipo con sus desequilibrios mentales y sus retrasos en llegar al plató. Tanto que durante mucho tiempo corrió el bulo de que Tony Curtis dijo que besarla era como besar a Hitler, desmentido más tarde por Curtis diciendo que habían tenido un romance, aunque no es extraño en un actor que dijo una vez que se había acostado con un montón de personal en Hollywood, incluidos seres no humanos. Billy Wilder también dejó una perla sobre los retrasos de la actriz en los rodajes: "Mi abuela era mucho más puntual que Monroe y se sabía cualquier papel mejor, pero nadie daría un dolar por verla en un cine". Monroe aquí hace la interpretación de su vida, impresionante en su lado cómico y con una grandísima escena musical como I wanna be loved by you, imposible superarla en picardía y sensualidad.

Y lo de Jack Lemmon más que grandioso es sobrenatural, la interpretación cómica más perfecta que he visto en mi vida, tanto cuando va de hombre (el final y la cara que pone ante Brown es impresionante) como cuando hace de Dafne, especialmente con un clavel en la boca y unas maracas en la mano. Wilder se rindió ante él y lo hizo su actor fetiche, su siguiente película, El apartamento es otra maravilla (al mismo nivel que esta, pero no es comedia pura, por momentos roza el drama, por eso me gusta más como comedia Con faldas) y el resto de colaboraciones no desmerece salvo el desliz de la última, Aquí un amigo. Como he dicho antes, Wilder, Diamond y Lemmon formaron un trío perfecto, y la mejor muestra es esta genialidad llamada Con faldas y a lo loco, un enloquecido y magistral divertimento a golpe de metralleta, música y pelucas que es una de las mejores películas de la historia del cine.

 

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