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carlosmartinez

Phenomena summer nights: Manhattan

Ante todo, perdón por el retraso, estos días han sido complicados en lo familiar por enfermedad de mi padre y esto me ha obligado a dejar de lado por unos días mis costumbres habituales, entre ellas la de mi cita semanal con mis lectores, espero que no se vuelva a repetir próximamente y que entendáis las razones del retraso. Así que vamos al grano, hoy es jueves 15 y toca empezar por la película semanal del ciclo  veraniego de Phenomena, esta vez toca una de las obras mayores de uno de los grandes directores del cine moderno:

Manhattan:

 

 

Con permiso de la oscarizada Annie Hall, y sin despreciar todo lo que vendrá después en su filmografía, el momento cumbre en la carrera de Woody Allen, cuando es respetado por toda la crítica, cuando está probablemente más inspirado artísticamente,  (luego los altibajos en algunos momentos van a ser alarmantes, su costumbre de dirigir una película al año le lleva a veces a películas no demasiado dignas de su nombre) cuando Hollywood le deja hacer lo que le venga en gana y cuando es adorado por buena parte de la cinefilia mundial.

Manhattan es una delicia, una comedia perfecta en que Allen muestra en toda su plenitud su visión del mundo y su manera de entender el humor, con unos diálogos magistrales y una gran creación de su personaje cómico, y con la  pareja artística que mejor le ha entendido, a pesar de su fructífera etapa con Mia Farrow (que acabó como el rosario de la aurora, y de la que Farrow, más allá de lo que pasase entre ellos personalmente, nunca se recuperó), sus mejores momentos creo que siempre los ha tenido con una extraordinaria actriz de comedia como es Diane Keaton, después de este filme tardarían muchos años en volver a trabajar juntos, es un punto de inflexión en la carrera de Allen en este sentido. Destacar en el resto del reparto a Meryl Streep en el primer papel de entidad de su carrera (el de El cazador me parece bastante pequeño a pesar de la nominación al Oscar, y a mí este me parece muy superior al de la sobrevalorada y oscarizada Kramer contra Kramer). También es el papel de mayor entidad de la nieta de Hemingway Mariel. Pero sobretodo Manhattan en un homenaje a la ciudad de Allen, un Nueva York filmado en cinemascope y blanco y negro de manera maravillosa por Gordon Willis (genial el arranque con los acordes de Gershwin), la isla de Manhattan es casi la protagonista de una obra maestra.

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