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carlosmartinez

Solo Dios perdona

La propuesta que hace Nicolas Winding Refn Solo Dios perdona se puede calificar de suicida, y no me extraña que se abuchease en Cannes, donde seguramente esperaban otra parecida al pastiche indigesto que para mí era Drive. Pero para variar, a mí esta película me parece mucho más interesante que la anterior, eso sí, más rara que un perro verde.

Solo he visto tres películas de su director, la marciana y muy divertida Bronson (inexplicablemente inédita en España en salas, como sus filmes anteriores  a Drive), la falsamente indie Drive (en realidad distribuida por Disney, y mucho más convencional, hollywoodiense y aburrida de lo que sus fans quieren ver) y Solo Dios perdona, y desde luego esta es la más rara, la describiría como un filme de David Lynch de acción rodado a cámara lenta (lentísima, los actores se mueven como caracoles hasta en las escenas de acción, parece una representación teatral). El resultado, completamente alucinado, disparatado, marciano y fuera de toda norma, pero tan hipnótico como el cine de Lynch, con una estupenda música de Cliff Martinez, con un Ryan Gosling completamente ido (aunque me gusta mucho más que en Drive, donde el presunto icono a mí me pareció una pose forzada y torpe), una Kristin Scott-Thomas maquiavélica y casi irreconocible como vengativa sosias de Lady Macbeth y un actor asiático llamado Vithaya Pansringarm que para mí es el descubrimiento de la película y lo mejor de la misma como policía-asesino aficionado al karaoke. Notable filme, algo inferior para mí a Bronson, pero que probablemente alcance categoría de película de culto, aunque más de uno seguro que se va a acordar de la madre del director.

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