Blogia
carlosmartinez

Phenomena: Viaje alucinante

Phenomena sigue dándome más faena en este blog que las películas de estreno (y la semana que viene viene fuerte: cinco títulos, haré todo lo posible por comentarlos todos, lo prometo). Esta semana toca todo un clásico de la ciencia-ficción del año de mi nacimiento, aunque discutido en su momento por su "rigor científico" por parte incluso de uno de sus creadores. No voy a volver a repetir lo que dije la semana pasada respecto a Hace un millón de años, revisadlo allá, pero si quiero rigor científico me busco un libro de medicina, no una película de género fantástico.

Porque si hablamos de aventura, Richard Fleischer es uno de los grandes, injustamente olvidado por muchos para alguien que ha hecho Los vikingos, 20000 lenguas de viaje submarino y este Viaje alucinante, amén de otras joyas en otros géneros como The narrow margin, Cuando el destino nos alcance, El estrangulador de Boston o El estrangulador de Rillington Place. Fleisher consigue que, a pesar de que Isaac Asimov lo pusiese verde por las meteduras de pata y que hiciese por su cuenta una novela corrigiéndolas (editándola antes de estrenarse la película, lo de los spoilers no es de ahora, je, je), nos creamos la peripecia de estos cinco personajes metidos en el cuerpo de un científico a punto de morir (con un traidor entre ellos), sin que nos planteemos durante el filme por qué no les atacan los glóbulos blancos desde el principio o por qué la capsula no vuelve a su tamaño natural y mata al científico una vez acabado el viaje. Sus efectos especiales fueron revolucionarios en su momento, aunque evidentemente han envejecido mucho, y tiene una atípica banda sonora atonal de Leonard Roseman, quien optó por no incluir música en la primera mitad de la película hasta que el equipo no entra en el cuerpo. Supuso el lanzamiento al estrellato de Raquel Welch con Hace un millón de años (ambas del mismo año) y la última película importante del británico Sthepen Boyd antes de su rápido declive y su pronta muerte a los 45 años. Completan el reparto tres excelentes secundarios como Donald Pleasence, Arthur O’Connell y Arthur Kennedy, y en un breve papel un jovencito James Brolin unos cuantos años antes de convertirse en estrella televisiva y en pareja de Barbra Streisand. Una estupenda película fantástica y una muy buena manera de reivindicar a Fleischer.

0 comentarios