Pompeya

Como es habitual en una película de catástrofes (en este caso probablemente la catástrofe natural más famosa de la historia), la irregular película alemana Pompeya se divide en dos partes claramorente diferenciadas, antes de la catástrofe y a partir del estallido de la misma.

En su primera parte, Pompeya deja bastante que desear. Los responsables no se han calentado mucho la cabeza y han hecho un peplum bastante aburrido y poco original, claramente inspirado en la serie Spartacus (de hecho han utilizado sin rubor la música para la serie de Joseph Loduca), aunque con mucha menos violencia y sangre. No ayuda mucho a que su actor principal Kim Harrintong (Jon Nieve en la serie Juego de tronos) no acabe de dar la talla como héroe y que su conocido reparto de secundarios no acabe de dar la talla, salvándose justito Kiefer Sutherland como villano.

Otra cosa es desde que empieza la erupción volcánica hasta el final. Los responsables de efectos especiales se han esmerado mucho y estudiado a fondo lo que se sabe por Plinio el joven y los pocos supervivientes de la tragedia del Vesubio, y hacen una recreación muy convincente y espectacular. Por este final vale la pena una película a la que le cuesta arrancar, tarda más de una hora en entrar en materia, y eso hace que no pase de discreta, le doy un aprobado justito.