A todo gas 7

Para empezar, que nadie se lleve a engaño con lo que algunos comentan estos días. Dudo mucho que este sea el último capítulo de una saga que no tiene el más mínimo síntoma de agotamiento en taquilla, el final del filme solo es un emotivo homenaje a Paul Walker con una escena típica de western, no una despedida del resto de personajes, de haber sido una despedida, no hubiesen dejado un final abierto a continuaciones en la última escena de Dwayne Johnson...

Es evidente que el resultado del filme está marcado por la desaparición de Paul Walker, aparte de los retoques digitales y de edición que se habrán hecho para completar su personaje, hay escenas que está claro que se ha cambiado el guión previsto, con menciones funerarias y de loa al personaje.

Por lo demás, el filme sigue en la línea de las últimas entregas. Quien siga echando pestes de los blockbusters actuales seguirá pensando que el filme es lo más parecido al Anticristo cinéfilo. Pero lo que buscamos simplemente entretenimiento en fechas de vacaciones, el filme es lo que ha  sido la saga desde la cuarta entrega, un delirante, muy divertido, muy entretenido y tremendamente adictivo filme de acción en la línea del Bond más cirquense y de Misión imposible, con excelentes escenas de acción (especialmente la del ataque al convoy en la montaña, con homenaje incluido al final de la primera versión de Un trabajo en Italia) y con un grupo de actores como Vin Diesel y Dwayne Johnson de poco pelo y mucha testosterona expertos en el arte del mamporreo, con la agradecida incoporación de Jason Sthatan, Djimon Honsou y Kurt Russell, un tanto menor la del aquí bastante desaprovechado experto en artes marciales Tony Jaa, quizás porque las escenas de lucha las tiene con Walker. Por otro lado sorprende que esté en la dirección James Wan, el responsable de películas de terror de bajo presupuesto como Shaw, Insidious o Expediente Warren, Wan cumple, aunque no aporta nada nuevo a lo que hacía Justin Lin en las anteriores entregas. Muy entretenida entrega, y hasta la siguiente, ya sin Walker, claro.