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carlosmartinez

sentencia de muerte

   Con motivo del estreno de la hiperviolenta "Sentencia de muerte", basada en una novela del mismo autor de "Death wish" (o "El justiciero de la ciudad", "Yo soy la justicia" o "El justiciero de la noche"; a cada película que estrenaban de la saga le cambiaban el nombre a la película en España; digo yo que debía ser para disimular), me gustaría volver a comentar algo que creo recordar que dije hace algunos meses con motivo del estreno de la siniestra "La extraña que hay en tí".

   Con razones más que sobradas en la mayoría de los casos (la excepción sería la magistral "Taxi driver"), se ha acusado de facistoide al género de justicieros urbanos, pero con motivo del estreno de "Sentencia de muerte", algunos críticos han comentado que el filme de Jodie Foster no lo era tanto. No es sólo que esté en desacuerdo. Es que me parece que es la más fascista de todas, y no por el personaje de Jodie Foster (claramente alguien con problemas de salud mental tras la muerte del novio), sino por el personaje de Terrence Howard, policía que no dudaba en usar a la justiciera para sus propios intereses (en un momento de la película la convencía para matar un delincuente que nada tenía que ver con el personaje de Foster) y que encima se nos presentaba como un tipo simpático que entendía a la protagonista. Sobran más comentarios y esperar que los críticos se miren mejor las películas.

   En el caso de "Sentencia de muerte", ésta no llega a tales extremos (por lo menos la actuación de la policía es correcta, y las consecuencias de los actos del protagonista son funestos para él), pero el problema es que está muy mal hecha, especialmente en la parte final del filme (a partir del encuentro entre Kevin Bacon y John Goodman, que se ha cubierto de gloria como actor en las dos últimas semanas), con unos diálogos que provocan auténtico sonrojo, un uso de la violencia por la violencia lamentable y unos actores que en líneas generales no han estado jamás peor. Si además añadimos a un director encantado de haberse conocido (ojo a la última escena en que aparece John Goodman: en el fondo aparece una foto de "Saw"; por si alguien  no se ha dado cuenta, es un filme del mismo director), la catástrofe de filme es casi total. Espero que dejen de una vez por todas de resucitar a Charles Bronson.

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