una chica cortada en dos

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Por una vez, alegrarme de que las noticias referentes a ETA sean buenas: Mis felicitaciones a la policía por las últimas detenciones.

   Pasando a temas cinematográficos, darle a los responsables de cine de "El Periódico" la tercera colleja en poco tiempo. La razón: en su crónica sobre el Festival de Cannes del pasado lunes, comentaron que el personaje de Indiana Jones había sido creado en 1984 por los guionistas William Katz y Gloria Huyck. Como a la mayoría de vosotros no os sonarán de nada, aclararé la metedura de pata: son los guionistas de "Indiana Jones y el templo maldito", película efectivamente de 1984, pero que cualquier aficionado al cine sabe que no es el primer filme de Indiana Jones. Que tamaño despropósito se haya pasado por alto y se haya publicado en un periódico es algo que no entiendo de ninguna manera. Volveremos a hablar de Indiana Jones la semana que viene con motivo del estreno en España de la última entrega.

   Pasando a comentar los estrenos de esta semana, y con motivo del estreno del último filme de Claude Chabrol, "Una chica partida en dos", ha habido otra cosa que no acabo de entender, y en este caso los responsables son tanto los periodistas como el director del filme con sus declaraciones. Se ha comentado en varios medios que el filme se basa libremente en un célebre caso criminal sucedido en el año 1906, y tanto director como periodistas se han empeñado en explicarlo profusamente. La cosa no pasaría de aquí si el asesinato se produjera en el primer minuto de la película o si supiésemos desde el principio quiénes van a ser el asesino y la víctima, pero es que el crimen se produce aproximadamente a la hora y media del filme; a ésto se le llama habitualmente "chafar la película", y encima a Canal + no se le ocurrió otra cosa en su programa "Cinexpress" que poner como única imagen del filme la del asesinato. Los aficionados al cine que queremos ver los filmes con los menos datos posibles exigimos más respeto.

   Pasando a comentar estrictamente el filme, trata sobre el ya clásico triángulo criminal en ambientes de la burguesía habitual en la mayoría de filmes de Chabrol. Sin ser ni mucho menos lo mejor de su filmografía, si que está por encima de la media de los estrenos semanales. Destacar la interpretación de François Bereac y de Mathilda May, no tanto de un sobreactuado Benoît Maginel y de una Ludivine Sagnier. A pesar de algunos defectos, muy recomendable filme y sin duda lo mejor de una semana francamente mala en calidad.