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carlosmartinez

sólo quiero caminar

   La semana pasada hablé de los serios problemas de guión que tenía el thriller español "Transsiberian". Pues bien, éstos son una minucia comparados con los que contiene el lamentable nuevo trabajo de Agustín Díaz Yanes, "Sólo quiero caminar". Resulta un disparate que tres prostitutas de mala muerte y una exreclusa recién salida de la cárcel sean expertas ladronas de guante blanco (y que tengan un sofisticado y caro equipo que sería la envidia de Macgyver), que al hijo de Victoria Abril le proponga su profesor presentarse a un concurso de redacción y que resulte que hace numerosas faltas de ortografía... Podría seguir con más ejemplos, pero hay dos cosas incuestionables: una, que Díaz Yanes vuelve a demostrar que no ha vuelto a tener en posteriores trabajos la calidad del primero (se le podría comparar en ésto a gente como Ridley Scott, Steven Soderbegh, Michael Cimino...; nunca han llegado en sus posteriores trabajos a la excelencia de los primeros), agravado por resucitar al personaje de Victoria Abril de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto" (para hundirlo: para hacer tal desastre de personaje en esta nueva película más le habría valido crear un personaje nuevo); otra el increible declive que físico y artístico que ha sufrido Victoria Abril en los últimos años. "Sólo quiero caminar" es un espanto sin pies ni cabeza del que sólo se salva el buen trabajo de Diego Luna, el único que tiene un papel creible e interesante. Una de las peores películas españolas del año.

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