Blogia
carlosmartinez

sherlock holmes

   Resulta curioso cómo mucha gente se ha mesado los cabellos ante las presuntas infidelidades al personaje de Conan Doyle Sherlock Holmes en el último filme de Guy Ritchie. Primero, porque casi todos los que han hecho versiones de sus relatos han sido más que infieles al original, desde el actor británico que decidió ponerle una ridícula gorra hasta el maestro Billy Wilder que ironizó sobre su presunta homosexualidad, pasando por el desconocido autor de la famosa frase "Elemental, querido Watson" (patética frase que no estaba en los relatos de Doyle), o los que le atribuyeron una mayor importancia que la que tenía al personaje de Moriarty, que sólo se menciona en dos de los relatos, los que hacen mención a la muerte y "resurrección" de Holmes en la catarata de Reichenbach. Y segundo porque los aspectos más polémicos ya estaban presentes en las obras originales: Holmes dice que se libró de Moriarty gracias a sus conocimientos de un tipo de lucha japonés (evidentemente sabía boxeo y artes marciales), y en cuanto a la excesiva juventud de Watson, resulta lógico pensar que alguien que ha acabado sus estudios de medicina 9 años antes de la publicación del primer libro sea más joven de lo que hacen que creer filmes anteriores. Las libertades del filme probablemente vienen de que se olvida la habitual pasividad de Watson y que Holmes evidentemente conoce a la futura mujer de Watson porque fue una de las protagonistas de uno de sus casos., así como representar a un Holmes casi como una "arma letal" casi invencible.

   Pasando a otros aspectos, resulta evidente lo que atrajo al productor Joel Silver (responsable entre otras de la saga "Arma letal" o "El último boy scout") del proyecto: que en realidad, y perdonad la pequeña blasfemia hacia un personaje al que adoro, Holmes y Watson pueden ser considerados como los precursores de las llamadas "buddy movies", aquellos filmes de moda en los 80 de personajes antagónicos que resuelven casos juntos. Y ésto es básicamente el nuevo filme. una espectacular y muy entretenida "buddy movie" de época que se toma muchas libertades, pero que a la vez es bastante respetuosa con el personaje, bien dirigida por un Guy Ritchie que no será un maestro pero que parece haberse recuperado del tremendo bache que padeció, y muy bien interpretado por un Robert Downey Jr. en plena forma, un Jude Law perfecto como complemento del protagonista, una Rachel MacAdams encantadora y un espléndido villano como es Marc Strong. Quizás como pero le sobran los ralentís y las explicaciones antes de las peleas, pero es un más que digno ejemplo de buen cine comercial, que evidentemente tendrá continuación: aunque se sepa al final, no cuesta mucho saber quien es el personaje al que no se le ve la cara en todo el filme.

0 comentarios