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carlosmartinez

editorial/i'm not there

   Bienvenidos a mi blog de críticas de cine. Desde luego el mundo cada vez está más chiflado: expresidentes del gobierno enseñando el dedo estilo peineta (Aznar, por dios, jubilate ya), gobiernos de izquierdas haciendo propuestas de derechas, diputados de la comisión de tráfico pillados conduciendo borrachos... y Tigger Woods siendo utilizado para promocionar la esterilización de los gatos (me pregunto qué alucinógeno utiliza el creador de esta última campaña). Con disparates como éstos se hace difícil superar el surrealista humor de las situaciones reales.

   Lo que no tiene la más mínima gracia (y supone el título de hijo de puta de los responsables de todo lo que voy a comentar) es la situación creada en Cuba con la muerte por huelga de hambre de un disidente político encarcelado. Siempre es lamentable que alguien no pueda expresar pacíficamente sus ideas (digo lo de pacíficamente porque evidentemente excluyo a los que usen la violencia) y que sea encarcelado y fallezca en prisión por causas naturales. Pero es que encima se me ocurrió ver la televisión cubana la noche del lamentable hecho... y, como es evidente en cualquier dictadura, no hicieron ninguna mención, para éllos el tema del día eran las "elecciones democráticas" que se iban a celebrar en Cuba y la huelga general en Grecia. Si esto no es demagogia y desinformación, que venga dios y lo vea.

   Siempre es difícil estar al día de todos los fallecimientos de gente del cine, y es normal que alguno se me escape. Con cierto retraso, me enteré ayer de la muerte de la actriz de corta estatura Zelda Rubinstein, que tuvo papeles destacados en "Poltergeist" y "Angustia", y a la que su físico le dejó relegada a papeles en general poco destacables salvo las dos mencionadas. Descanse en paz.

   Y pasando a comentar el filme estrenado "I'm not there", prometí crear un antipremio tras tenerme algunas distribuidoras hasta el moño de retrasar filmes "de autor" (¿estrenarán de una puñetera vez el penúltimo Coppola?). De momento le pongo el título provisional de "Adivina cuándo estrenamos la peli", aunque no es el definitivo. Pero resulta lamentable que una distribuidora como Vértigo que se da prisa en estrenar tres telefilmes sobre las novelillas de Stieg Larson tarde en estrenar dos años y medio un filme que ganó dos premios importantes en el Festival de Venecia y tuvo una nominación al Óscar en la que era la favorita. Y lo cierto es que el filme es más que recomendable, aunque un poco difícil de seguir. Ha convertido el personaje de Bob Dylan en seis personajes distintos interpretados por cinco actores y una actriz. Y lo ha convertido en un puzzle laberíntico, quizás poco comprensible en algunos momentos, pero muy interesante y muy bien hecho. Y el filme destaca por su banda sonora (por supuesto) y por la enorme interpretación de Cate Blanchett. No están todas las interpretaciones a la altura (Richard Gere sigue siendo un actor muy limitado), pero desde luego no merecía ni mucho menos el retraso en el estreno.

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