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carlosmartinez

sexo en Nueva York 2

   Nada bueno esperaba ya de las nuevas correrías de Carrie Bradshaw y sus tres amigas de "Sexo en Nueva York", pero el desastre en que se ha convertido la segunda parte ha rebasado mis expectativas. Se dice que una buena película debe comenzar como un terremoto y seguir para arriba. Pues ésta empieza como una patada en las partes pudientas y acaba con una completa diarrea. Porque esa escena inicial de boda gay es el mayor dechado de mal gusto que recuerdo ver en una pantalla en mucho tiempo, completada por comprobar el crimen que han hecho los cirujanos plásticos en la cara de Liza Minnelli (que puede que se parezca a su madre, más concretamente a su cadáver si estuviese momificado). Y el filme culmina con una media hora final que convierte al cine de Mariano Ozores en el sucesor de Ernest Lubistch, con unas escenas en el zoco inenarrables y con una sal gorda repugnante. ¿Y qué hay en medio? La más absoluta nada (ya ni sexo, salvo dos escenitas de la siempre calenturienta en la serie Kim Catrall) aderezada de mucho modelito y de mucha publicidad nada encubierta (hasta de una conocida marca de pseudopatatas fritas) y con un homenaje a "Sucedió una noche" que debe hacer revolverse en su tumba al bueno de Frank Capra. Aunque he de reconocer una cosa: ni Manolos, ni Gucci, ni Louis Vuitton; lo mejor que le sienta a Sarah Jessica Parker es el velo islámico; por lo menos no se le ve la cara de caballo que cada vez tiene más pronunciada. Espero que el desastre sea el final de la saga.

1 comentario

david campani raso -

creo que eres un poco duro con una película que no pretende ser una obra maestra ,sino un mero divertimento,creo que reinvidica dos temas importantes: la legalización del matrimonio gay en USA y el cine clásico.anda no seas tan duro con ella.