la daga de Rasputín

   En la presentación de los nominados a los premios Goya, Álex de la Iglesia lamentaba ayer que no habían hecho un cine que había atraído al público este año y que debían mejorar en lo sucesivo.

   Esto se lo podrían aplicar los desaprensivos que el año pasado estrenaron engendros de otra época como "La herencia Valdemar" (que amenaza con la segunda parte en pocos días, se admiten apuestas de si la verá alguien, tras el fiasco comercial justificadísimo de la primera) o "La venganza de Ira Vamp" que no interesaron a nadie en absoluto y que pasaron como exalaciones por la cartelera. Y se lo debería aplicar Jesús Bonilla con esta "Daga de Rasputín", segunda entrega de "El oro de Moscú", que era bastante mala pero que contenía algún gag decente. Pues la daga ni eso. Es chiste malo tras chiste peor, con una historia caótica que pretende parodiar a Indiana Jones y que produce vergüenza ajena, con unos actores que hacen el ridículo (mención especial para Andrés Pajares y Carolina Bang, a la que dan ganas de pedir que retire la nominación al Goya por "Balada triste de trompeta") y con un final bochornoso que encima no queda muy claro. El lamentable filme se ha saldado con un estrepitoso fracaso comercial en taquilla. Espero que de una vez por todas este tipo de filmes españoles desaparezca de las pantallas, por el bien del cine español.