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carlosmartinez

morning glory

   Los últimos meses han sido un desastre en USA para la comedia, con varios pinchazos comerciales de consideración, como el último filme de James L. Brooks, de muy próximo estreno aquí o este "Morning glory" que ahora nos ocupa.

   Su guionista debió quedar encantada con el éxito de hace pocos años de "El diablo viste de Prada", porque sin el menor sentido del ridículo nos ha vendido de nuevo la misma historia, la de la chica con ganas de triunfar  que se pone en manos de alguien desagradable. Lo que resulta increible es que ya tuviese éxito el primero, que dejaba bastante que desear y del que se salvaba Meryl Streep. "Morning glory" no tiene la menor gracia (algo de juzgado de guardia para una comedia), es soporífera y previsible hasta la náusea, y por allí deambulan como almas en pena grandes en horas bajas como Harrison Ford y Diane Keaton, aspirantes a estrellas a los que se les pasó el tiempo como Jeff Goldblum y promesas como Rachel Mcadams. Roger Mitchell también se muestra a años luz de lo que mostró en "Notting Hill" (probablemente una de las últimas comedias románticas decentes). El filme es muy flojo y su fracaso comercial está más que justificado.

1 comentario

david campani raso -

estoy de acuerdo contigo carlos, he ido porque un amigo tenía muchas ganas de ver a harrison ford,y la verdad la película es horrible.