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carlosmartinez

mi semana con Marilyn

   Hablaba antes del presunto conservadurismo artístico de la propuesta de The artist. En comparación, Mi semana con Marilyn sí que me parece una propuesta conservadora y un producto al más puro estilo Weinstein. Mi principal problema con ella es que no me creo a la protagonista, por mucho que se esfuerce Michelle Williams en imitar a Monroe, carece de mucha de la picardía y el encanto del mito. No me gusta nada el planteamiento del filme, la historia del novato que se enamora del mito me recuerda demasiado a otros filmes, especialmente Verano del 42 (podría titularse Verano del 56), no me creo en ningún momento a Julia Ormond como Vivien Leigh (se parecen como la velocidad y el tocino) y la interpretación de un irreconocible Dougray Scott como Arthur Miller resulta en exceso desagradable. También me parece, por lo que conozco de la historia del rodaje de El príncipe y la corista, demasiado suavizada la relación entre Laurence Olivier (por lo demás, Keneth Branagh es lo mejor del filme, junto con la gran Judi Dench, que aunque no vea, casi siempre suele clavar todos sus personajes, no está considerada en vano el mejor intérprete masculino o femenino de la historia del teatro británico), suavización marca de la casa de Harvey Weinstein, gran aficionado en colarnos hermosos gatos en vez de jugosas liebres. El filme es correctito y poco más, yo prefiero ver a la auténtica Marilyn en cualquiera de sus películas, odio los sucedáneos. 

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